domingo, 30 de diciembre de 2018

LA NAVE NEW HORIZONS (NUEVOS HORIZONTES) LLEGA “ULTIMA THULE” EL DIA DE AÑO NUEVO


Crédito: NASA Nave Nuevos Horizontes ilustración artística

La Misión New Horizons (Nuevos Horizontes en español) es una misión espacial no tripulada de la agencia espacial estadounidense (NASA) destinada a explorar Plutón, sus satélites y probablemente el cinturón de Kuiper.
La sonda se lanzó desde Cabo Cañaveral el 19 de enero de 2006 tras posponerse la fecha original de su lanzamiento por mal tiempo.

New Horizons viajó primero hacia Júpiter, donde llegó en febrero-marzo de 2007. A su paso por Júpiter aprovechó la asistencia gravitatoria del planeta para adquirir una diferencia de velocidad de unos 4 023.36 m/s(14 482.8 km/h).
Llegó al punto más cercano a Plutón el 14 de julio de 2015, a las 11:49:04 UTC.
Tras dejar atrás Plutón, la sonda probablemente sobrevuele uno o dos objetos del cinturón de Kuiper.

La nave New Horizons de la NASA llegará el 1 de enero de 2019 a las 5.33 de la mañana UTC a Ultima Thule, el astro más lejano jamás visitado por los seres humanos.
Lo poco que se sabe de él es que está a 6.600 millones de kilómetros del Sol, un 12% más lejos que la distancia media a Plutón. Que su superficie es rojiza y casi tan oscura como el asfalto. Que mide unos 30 kilómetros de longitud. Y que tiene forma irregular.

Todo el resto deberá averiguarlo New Horizons cuando sobrevuele Ultima Thule el 1 de enero: su forma y tamaño precisos, si tiene lunas o anillos, su composición o su temperatura. Incluso si se trata de un solo asteroide, o de varios que se mantienen unidos por la gravedad, ya que las fotos tomadas hasta ahora no lo han podido aclarar.

Será un breve encuentro, ya que New Horizons está volando a 50.000 kilómetros por hora, demasiado rápido para ser atrapada por el débil campo gravitatorio de Ultima Thule y poder quedarse en órbita a su alrededor.
Pero los responsables de la misión esperan que las observaciones realizadas entre el 31 de diciembre de 2018 y el 2 de enero de 2019 ayuden a comprender mejor el Cinturón de Kuiper, el enorme anillo formado por millones de pequeños astros helados que se encuentra más allá de la órbita de Neptuno.

“Ultima Thule es especial”, declaró el 20 de diciembre Alan Stern, investigador principal de New Horizons, en el blog de la NASA sobre la misión. “Creemos que es la muestra mejor preservada de un bloque de construcción de planetas que se ha explorado jamás”.

Para Stern, el mayor interés de Ultima Thule es que, como es demasiado pequeño para tener actividad geológica y como ha estado siempre preservado a las bajas temperaturas del cinturón de Kuiper, sus materiales apenas se han modificado desde que se formó.
Por lo tanto, abrirá “una ventana a las etapas iniciales de la formación de planetas y a cómo era el sistema solar hace 4.500 millones de años”.

Pese a su interés científico, Ultima Thule no era el destino de New Horizons cuando la nave partió de la Tierra en el 2006.
En aquel momento, ni tan solo se había descubierto. El objetivo principal de la misión era explorar Plutón y sus lunas, adonde New Horizons llegó en el 2015.
Antes del encuentro con Plutón, sin embargo, la NASA empezó a buscar astros del cinturón de Kuiper que la nave pudiera ir a visitar.

Dado que New Horizons debe encender su motor y gastar combustible para cambiar de trayectoria, y que sólo le quedaban 33 kilos de hidrazina, el astro elegido debía encontrarse cerca de la región del espacio hacia la que se dirigía la nave. La tarea de buscar el destino se encomendó el telescopio Hubble, el único capaz de encontrar astros interesantes para la misión en el cinturón de Kuiper.

El telescopio espacial descubrió tres posibles objetivos en el 2014. Ultima Thule, técnicamente llamado 2014MU69, no se eligió porque fuera el más atractivo – había un candidato mejor- sino porque era el que ofrecía más posibilidades de llegar hasta él con el combustible disponible.

Aun así, llegar a Ultima Thule no está siendo fácil. Después de dejar atrás Plutón y sus cinco lunas, la nave encendió brevemente su motor en cuatro ocasiones entre octubre y noviembre del 2015 para poner rumbo al asteroide.

El astro es tan pequeño y oscuro, y se ha descubierto hace tan poco, que no se sabe exactamente dónde está exactamente ni cómo se está moviendo. Las observaciones del Hubble indican que su órbita alrededor del Sol es casi circular y se sitúa aproximadamente en el mismo plano que la de los planetas –a diferencia de la de Plutón, que describe una elipse más alargada y está inclinada-.

Pero el telescopio espacial no ha podido ver con nitidez ni qué forma tiene ni cómo gira sobre sí mismo. Tampoco las cámaras de New Horizons lo han podido distinguir hasta hace unas semanas y, aun así, sólo en un píxel por imagen.

A medida que la nave se aproxima al asteroide, “la incertidumbre sobre la posición de MU69 se convierte en un problema significativo, porque la posición real del astro puede quedar completamente fuera del campo de visión de una foto”, explica la astrónoma Emily Ladkdawalla, que no participa en la misión, en la web de la Sociedad Planetaria de EE.UU.

El problema es comparable al de querer fotografiar un monumento desde una ventana del AVE. Cuanto más cerca pasa el tren del monumento, y cuanto más rápido va, más fácil es que el monumento quede fuera de la foto. En este caso, New Horizons se aproximará a 3.500 kilómetros de Ultima Thule, tres veces más cerca que cuando sobrevoló Plutón.

Para asegurarse de que en algunas de las imágenes aparezca Ultima Thule, se han enviado instrucciones a New Horizons para que haga un barrido de la región del cielo donde es más probable que esté. Tomará unas 900 imágenes, aunque el asteroide sólo aparecerá en un pequeño número de ellas.

Los siete instrumentos científicos que la nave lleva a bordo, además, estudiarán la composición y la temperatura de Ultima Thule, así como su interacción con el viento solar.

“La posible existencia de anillos y de lunas, la presencia de cráteres y la sublimación de compuestos volátiles son algunos de los resultados más interesantes que se pueden esperar”, declara José Luis Ortiz, especialista en objetos transneptunianos del Instituto de Astrofísica de Andalucía. “Pero, cuando se explora algo por primera vez, siempre se encuentran resultados interesantes, y a menudo no son los que uno preveía. Habrá que esperar a ver qué encontramos”.

El investigador principal de la misión, Alan Stern, coincide en que “nadie sabe qué nos revelará Ultima; esto es lo más interesante; es exploración en estado puro”, según ha declarado en el blog de la NASA.

New Horizons tendrá que hacer las observaciones de manera autónoma, sin recibir instrucciones sobre la marcha desde la Tierra, como ya hizo en Plutón.
A la distancia a la que se encuentra, sus comunicaciones tardan seis horas en llegar a la Tierra y harían falta otras seis horas para hacerle llegar nuevas instrucciones. Demasiado tiempo: doce horas después la nave estaría 600.000 kilómetros más allá y podría haber pasado de largo de Ultima Thule.

Por ello, New Horizons está volando desde el 26 de diciembre en el llamado Modo Encuentro, que prevé que resuelva por sí misma los imprevistos que puedan surgir. El centro de control de la misión, situado en la Universidad Johns Hopkins en Maryland, puede enviarle instrucciones actualizadas hasta el 31 de diciembre si detecta algún imprevisto.

Después, la nave dejará de comunicarse con la Tierra durante unas horas para concentrar toda su energía en registrar tanta información como sea posible sobre Ultima Thule. La primera comunicación tras el encuentro se espera el 1 de enero a las 16 h 28 m (hora española). Será sólo una llamada para informar sobre el estado en que se encuentra la nave tras pasar junto a Ultima Thule, donde no se descarta que pueda sufrir daños por el impacto de rocas o granos de polvo no detectados con antelación. La primera foto, de sólo 10.000 píxeles, debería llegar también el martes a partir de las 21.15 y hacerse pública el miércoles.

En los días y semanas siguientes, empezarán a llegar fotos en resoluciones más altas y los datos científicos que ayudarán a comprender mejor cómo es el cinturón de Kuiper. Pero la cosecha será lenta. New Horizons registrará 50 gigabits de datos en Ultima Thule. Para transmitirlos a la Tierra, necesitará 20 meses.
Fuente: La Vanguardia – 30.dic.2018 -JOSEP CORBELLA,  BARCELONA /
Wikipedia / You Tube 

“FAST” EL RADIOTELESCOPIO CHINO DE 500 METROS DE APERTURA, UNO DE LOS MÁS GRANDE DEL MUNDO

FAST (en chino五百米口径球面射电望远镜) o Tianyan (en chino: 天眼天眼) es un radiotelescopio localizado en una cuenca natural de Da Wo Dang (en chino: 五百米口径球面射电望远镜窝凼洼地), en el Condado de Pingtang, provincia Guizhou, al suroeste de China.

 
La  construcción del proyecto FAST empezó en 2011, y logró su primera luz el 25 de septiembre de 2016.
Actualmente está bajo pruebas y puesta en servicio. Es el segundo radiotelescopio más grande del mundo después del ruso RATAN-600, el cual tiene una apertura de baja densidad de llenado.
Su presupuesto fue de 700 millones de yuan (alrededor 110 millones dólares) y su costo final fue de 1 200 millones de yuan (unos 180 millones de dólares).

Púlsar extragaláctico

"En 2005, cuando estábamos preparando el FAST, soñábamos con descubrir nuevos púlsares ubicados más allá de nuestra galaxia y sus satélites. Recientemente los encontraron usando otros telescopios que funcionan en el rango de rayos X. Este hecho no canceló, sino que corrigió nuestra tarea: ahora estamos tratando de descubrir el primer púlsar de radio extragaláctico", explicó el profesor

Según el especialista, las ambiciones del FAST consistían no solo en el tamaño gigantesco y la complejidad asociada con la construcción de una estructura tan grande, sino también en la naturaleza del propio funcionamiento del telescopio.

A diferencia del Arecibo y una serie de otros radiotelescopios grandes, cuya forma permanece sin cambios, cada segmento del plato del FAST, compuesto por 4.500 'escamas' triangulares, puede subir o bajar aproximadamente medio metro.
Esto amplía radicalmente la visión general del telescopio y le brinda nuevas posibilidades científicas inaccesibles para casi todos los demás observatorios de radio.

“La superficie adaptativa única de nuestro plato nos permite usarlo para estudiar dónde nacen las ondas de radio producidas por los púlsares. Varios de mis compañeros ahora están tratando de entender cómo son estas ráfagas y qué procesos físicos dentro de las estrellas de neutrones son responsables de su formación", agregó Lei Qiang, uno de los miembros del equipo de investigación del FAST.

Sombra del agujero negro

Además, el FAST puede cumplir el sueño de muchos astrónomos y obtener los primeros datos sobre la estructura de la llamada sombra de los agujeros negros, un área especial en las inmediaciones del horizonte de sucesos, donde se produce su peculiar reflexión. Entonces, los científicos podrán comprender cómo se organizan los agujeros negros y si la teoría de la relatividad los describe correctamente.

"Nada nos impide hacer este tipo de observaciones, pero necesitaremos mucha suerte. Para obtener una 'foto' de la sombra, es necesario que el agujero negro esté relativamente cerca de la Tierra y al mismo tiempo 'viva' en un sistema de estrella binaria en compañía de un púlsar. De momento, no tenemos candidatos para este papel", añadió el astrofísico.

Señales extraterrestres

Además de buscar la sombra de los agujeros negros y estudiar los misterios del nacimiento de los púlsares, el FAST ya está estudiando la estructura del medio interestelar.
Los astrónomos rusos descubrieron anomalías en su comportamiento hace unos años.

Asimismo, los investigadores chinos tienen previsto monitorear las ondas gravitacionales.

"En principio, somos capaces de detectar ondas gravitacionales, pero es una perspectiva muy lejana, puesto que esto requiere décadas de observaciones continuas de las mismas fuentes. En consecuencia, tenemos que esperar al menos 10 o 20 años para decir inequívocamente que realmente tenemos esta capacidad técnica", señaló Lei Qiang.

Los científicos esperan que estas observaciones a largo plazo ayuden al FAST a verificar la teoría de la relatividad, así como a encontrar la fuente de uno de los objetos más misteriosos del universo de radio: las llamadas ráfagas FRB —explosiones de radio rápidas—, descubiertas hace solo unos diez años. A veces se les llama 'señales extraterrestres' debido a la inexplicable periodicidad en su estructura y la naturaleza aún no clara.
"Ya contamos con todos los equipos digitales necesarios para observar las ráfagas FRB y las señales potenciales de civilizaciones alienígenas. Pero ahora estamos buscando púlsares extragalácticos y no estamos realizando ninguna observación sistemática de este tipo", explicó Lei Qiang.

Gigantescas antenas de radio virtuales

Al igual que el Arecibo, el FAST puede convertirse en uno de los elementos importantes de herramientas aún más grandes: los interferómetros terrestres y espaciales, que reúnen los recursos de varios platos de radio terrestres y observatorios espaciales en gigantescas antenas de radio virtuales.

Uno de los proyectos más exitosos y más grandes de este tipo es el sistema ruso RadioAstron, lanzado en 2011, que involucra a docenas de radiotelescopios terrestres y la nave espacial Spektr-R.

Según Lei Qiang, ahora los expertos del FAST están revisando el hardware y el software necesarios para usar el telescopio en esta manera.

En un futuro cercano, el FAST se unirá a los interferómetros construidos sobre la base de los telescopios chinos, y luego, el científico espera que se convierta en parte del RadioAstron y otros proyectos internacionales.

Por su parte, el profesor Bo Peng agregó que la capacidad del FAST de participar en la operación de los interferómetros se ampliará significativamente cuando el telescopio 'aprenda' a operar en frecuencias de 8-10 gigahercios. Esto extenderá significativamente los límites de su aplicación, permitirá estudiar el universo mucho más a fondo y ampliar la participación del nuevo observatorio chino en los proyectos internacionales.

En año y medio el FAST ha identificado 51 estrellas con comportamiento de púlsar (astros de neutrones que rotan a gran velocidad y emiten haces periódicos de radiación electromagnética), y 11 de ellos han sido confirmados como objetos no conocidos hasta ahora por observatorios de otros países.

El científico de la red de observatorios chinos Zhang Pei señaló en declaraciones a la Agencia oficial Xinhua que estos púlsares pueden tener una gran utilidad, sustituyendo a los satélites de navegación como herramientas para la localización de aparatos espaciales. También se estudian con el objetivo de confirmar la radiación gravitacional e investigar el comportamiento de los agujeros negros, permitiendo así resolver grandes dilemas de la astrofísica.

 
Vídeo: Construction of the World's Largest Radio TelescopeEl objetivo declarado de este aparato es buscar el origen y la evolución del universo, mediante la aplicación de moléculas interestelares. 

Con un diámetro de medio kilómetro, que forma un disco parabólico tan grande como 30 campos de fútbol, el FAST (siglas en inglés del Telescopio de Apertura Esférica de Quinientos Metros) se ha convertido en uno de los principales orgullos tecnológicos del programa científico chino.
Fuente: Wikipedia – Mundo Sputnik news- El Nuevo Dia

CERCA DEL AÑO NUEVO, VEREMOS UNA VEZ MÁS A LA ESTRELLA MÁS BRILLANTE DEL CAN MAYOR, “SIRIO”

Siempre sera fácil ubicar a Sirius, las 3 estrellas del Cinturón de Orión de la Constelación del Cazador - (Alnitak, , Alnilam y Mintaka  orden vistas desde hemisferio austral) permiten una fácil ubicación. Crédito: Google imágenes - Wordpress. 


Sirio es el nombre de la estrella Alfa Canis Maioris la más brillante de todo el cielo nocturno vista desde la Tierra, situada en la constelación del hemisferio celeste sur.

También es conocida como la Estrella Perro, debido que pertenece a la Constelación del Can Mayor la cual alcanza su punto más alto en el cielo alrededor de la medianoche cada año nuevo.

Podremos verla en el nacimiento de 2019 y al igual que cada año nuevo, alcanza su punto más alto en el cielo alrededor de la medianoche. 

Verla es relativamente fácil, ubicando la Constelación de Orión (El Cazador), veremos el Cinturón de Orión, también conocido como Las Tres Marías o los Tres Reyes Magos, siempre apunta a Sirio.

Crédito: Google imágenes - Herimaq.pw



Esta estrella tan notable, es en realidad una estrella binaria, muy conocida desde la antigüedad; por ejemplo, en el Antiguo Egipto, la salida heliaca de Sirio marcaba la época de las inundaciones del Nilo; ha estado presente en civilizaciones tan dispares como la griega, la maya y la polinesia.
Fuente: Wikipedia, Google imágenes et al.