Populous Santiago de Chile visto por el minisatélite Proba-V de la ESA
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Próxima Conferencia sobre el Cambio
Climático de la ONU
Las emisiones a nivel mundial
están alcanzando niveles sin precedentes y parece que aún no han llegado a su
cota máxima.
Los últimos cuatro años han sido
los más calurosos de la historia y las temperaturas invernales del Ártico han
aumentado 3 °C desde 1990.
Los niveles del mar están
subiendo, los arrecifes de coral se mueren y estamos empezando a ver el impacto
fatal del cambio climático en la salud a través de la contaminación del aire,
las olas de calor y los riesgos en la seguridad alimentaria.
Los impactos del cambio climático se sienten en todas partes y
están teniendo consecuencias muy reales en la vida de las personas. Las
economías nacionales se están viendo afectadas por el cambio climático, lo cual
al día de hoy nos está costando caro y resultará aún más costoso en el futuro.
Pero se empieza a reconocer que
ahora existen soluciones asequibles y escalables que nos permitirán dar el
salto a economías más limpias y resilientes.
Los últimos análisis indican que, si actuamos ya, podemos
reducir las emisiones de carbono de aquí a 12 años y frenar el aumento de la
temperatura media anual por debajo de los 2 °C, o incluso a 1,5 °C por encima
de los niveles preindustriales, según los datos científicos más recientes.
Por suerte contamos con el Acuerdo
de París, un marco normativo visionario, viable y puntero que detalla
exactamente las medidas a tomar para detener la alteración del clima e invertir
su impacto.
Sin embargo, este acuerdo no
tiene sentido en sí mismo si no se acompaña de una acción ambiciosa.
El Secretario General de la ONU, António Guterres ha hecho un
llamamiento a todos los líderes para que acudan a Nueva York el 23 de septiembre
con planes concretos y realistas para mejorar sus
contribuciones concretas a nivel nacional para 2020, siguiendo la directriz de
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45 % en los próximos
diez años y a cero para 2050.
“Quiero que me informen sobre cómo vamos a frenar el
aumento de las emisiones para 2020 y cómo vamos a reducir las emisiones
drásticamente para alcanzar cero emisiones en 2050”
Para que sean efectivos y fiables,
estos planes no pueden enfrentarse a la reducción en forma aislada: Deben
mostrar una vía hacia la transformación completa de las economías
siguiendo los objetivos de desarrollo sostenible.
No deberían generar ganadores y
perdedores, ni aumentar la desigualdad económica. Tienen deben ser
justos, crear nuevas oportunidades y proteger a aquellos que se ven afectados
por los impactos negativos en el contexto de una transición justa.
También deberían incluir a las
mujeres como principales encargadas de la toma de decisiones: Solo la toma
de decisiones desde la diversidad de género es capaz de abordar las diferentes
necesidades que surgirán en este próximo periodo de transformación fundamental.
La Cumbre reunirá a gobiernos, al sector
privado, a la sociedad civil, autoridades locales y otras organizaciones
internacionales para desarrollar soluciones ambiciosas en seis áreas: La
transición global hacia energías renovables; infraestructuras y ciudades
sostenibles y resilientes; la agricultura y ordenación sostenible de nuestros
océanos y bosques; la resiliencia y adaptación a los impactos climáticos; y la
convergencia de financiación pública y privada con una economía de emisiones
netas cero.
El sector empresarial está de nuestra
parte. La aceleración de las medidas contra el cambio climático puede
fortalecer nuestras economías y crear empleos, al mismo tiempo que genera
un aire más limpio e impulsa la conservación de los hábitats naturales y la
biodiversidad y la protección de nuestro medio ambiente.
Las nuevas tecnologías y las
soluciones ofrecidas por la ingeniería ya producen energía a un coste menor que
la economía basada en combustibles fósiles.
La solar y la eólica son actualmente
las fuentes de energía más baratas en casi todas las principales economías.
Pero debemos empezar ya a poner en marcha cambios radicales.
Esto significa acabar con las
subvenciones a los combustibles fósiles y a la agricultura alta en
emisiones para promover el cambio hacia la energía renovable, los vehículos
eléctricos y prácticas de agricultura inteligente. Significa fijar un precio
del carbono que refleje su auténtico costo de las emisiones, desde los
riesgos climáticos hasta los peligros para la salud que provoca la
contaminación del aire. Y significa acelerar el cierre de las centrales de
carbón, parar la construcción de nuevas y reemplazar los puestos de trabajo
con alternativas más saludables para que la transición sea justa, inclusiva y
rentable.
Carteras de acción
Para asegurar que las acciones de
transformación tengan el mayor impacto posible en la economía real, el
Secretario General ha priorizado las siguientes carteras de acción, las cuales
tienen un alto potencial para frenar las emisiones de gases de efecto
invernadero y una acción global para la adaptación y la resiliencia.
Finanzas: Movilización de fuentes de financiación públicas y privadas para
impulsar la descarbonización de todos los sectores prioritarios y promover la
resiliencia.
Transición energética: Aceleración del cambio de combustibles fósiles hacia la energía
renovable, además de la obtención de considerables ganancias en eficiencia
energética.
Transición industrial: Transformación de industrias como la petrolera, siderúrgica,
química, cementera, del gas o de la tecnología de la información.
Medidas basadas en la naturaleza: Reducción
de emisiones, incremento de la capacidad de absorción y mejora de la
resiliencia en silvicultura, agricultura, océanos y sistemas alimentarios,
incluidos en la conservación de la biodiversidad, el impulso de cadenas de
suministros y tecnología.
Acción local y en ciudades: Avance de la mitigación y la resiliencia a nivel urbano y local,
con un foco de especial atención en nuevos compromisos sobre edificios de bajas
emisiones, transporte público e infraestructura urbana, y resiliencia para las
personas pobres y vulnerables.
Resiliencia y adaptación: fomento de los esfuerzos globales para abordar y gestionar los impactos
y riesgos del cambio climático, particularmente en las comunidades y naciones
más vulnerables.
Además, existen tres áreas clave
adicionales:
Estrategia de mitigación: Impulsar las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) y
las estrategias a largo plazo para conseguir las metas del Acuerdo de París.
Compromiso de la juventud y
movilización pública: Movilizar a las personas de
todo el mundo para que actúen contra el cambio climático y asegurar que las
personas jóvenes estén integradas y representadas en todos los aspectos de la
Cumbre, incluidas las seis áreas de transformación.
Impulsores sociales y
políticos: Avanzar en los compromisos dentro de las áreas que afectan al bienestar
de la población, como la reducción de la contaminación del aire, la creación de
puestos de trabajo dignos, el fortalecimiento de las estrategias de adaptación
climática y la protección de los trabajadores y los grupos vulnerables.
Fuente: UNITED NATIONS Acción Climática - Cumbre 2019 / ESA Ciudad por las montañas – Imagen de la semana - 12. junio.2019