lunes, 17 de diciembre de 2018

ESTUDIANTE DE QUILLOTA IDEA METODO CIENTIFICO PARA DETECTAR ENFERMEDAD PULMONAR – “EPOC”


Este preámbulo, es mi RUGIDO DE RATÖN:

La presente entrada, la dedico a todas y todos los estudiantes de Chile, que a pesar de cómo la juventud está enfrentando el futuro, existen jóvenes seres humanos, en especial mujeres, que se dedican a estudiar, desarrollar y lograr metas que, para muchos, parecen inalcanzables.

Es una labor que el Nuevo Ministerio dela Ciencia recién concebido por el Estado de Chile, debe promover y ayudar a los estudiantes que desean ser científicos, en el área que sea.

Chile está atrasado en su desarrollo científico, llegó el momento que tiene que ponerse al día. No es posible que un país con aprox. 7 mil kilómetros de mar, no pueda ofrecer buenas alternativas futuras a quienes desean ser oceanógrafos; que tenga los mejores cielos para estudiar el universo, y sus egresados tengan que trabajar en el extranjero porque su país no les provee ni incentive investigar localmente, y asi bastantes opciones científicas, algunas casi desconocidas, que son necesarias para el desarrollo del país y del planeta que vivimos.

Foto: PAR Explora.

Un emprendimiento científico para detectar tempranamente la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es el que ideó la joven estudiante del Colegio Tierra del Fuego de Quillota, Sofía Gallardo
Su investigación podría mejorar la calidad de vida de las personas, mediante la detección a tiempo de la afección.

Su método, llamado "E-Fast", fue diseñado por Sofía, en conjunto con su Profesor de Biología, Daniel Sáenz, con quien trabaja en un prototipo a través de la generación de sondas y/o marcadores específicos.

La enfermedad, suele descubrirse entre los 40 y 50 años, cuando ya está avanzada, y eso es lo que apuntan revertir.
Para ello, se adjudicaron un fondo SSAF-Social de CORFO y obtuvieron el apoyo de la Incubadora Social GEN-E de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con lo cual Sofía puede compatibilizar sus estudios.

 “El año pasado cuando comencé a investigar sobre la EPOC, tuve mucho apoyo de mis profesores y no bajé las notas. Este año y gracias al apoyo que he recibido de mi colegio, asisto a clases sólo dos días a la semana, el resto estoy en el laboratorio trabajando y un día lo dedico a estudiar para la universidad”, reveló la alumna.

Mabel Keller, directora del PAR Explora Valparaíso de Conicyt, destacó el caso de Sofía y señaló que “es el máximo que pretendemos lograr. motivarles pero también abrirles una posibilidad y tocarles 'el alma' de esta manera, hace que todo el esfuerzo que realizamos sea recompensado”.
Sofía añade que “yo sentí que el cambio empezaba por mí y no por el científico que lleva 30 años trabajando, por eso estoy dedicada a esto ahora. Pienso que todos los niños y niñas que piensen de ese modo y hagan ciencia desde el colegio les va a cambiar su mentalidad, su forma de ver y entender las cosas, y no solamente en un área, podemos descubrir que tenemos un millón de posibilidades, sólo hay que creer que podemos lograrlo”.

El test molecular de Sofía Gallardo, que permite la detección de EPOC, cuenta con la aprobación del Comité de Ética del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio.

El impresionante emprendimiento científico de Sofía Gallardo, ya está siendo probado de forma experimental por el Hospital Van Buren.

En declaraciones a LUN, Gallardo contó que se interesó en el tema cuando ella estaba en 2° Medio y conoció el caso de una mujer afectada con la enfermedad, quien sufría muchos dolores y finalmente falleció.
"La apoyamos como familia y vimos como en un momento el sistema de salud no podía hacer nada por ella", señaló.

Su motivación fue tanta que se contactó con Sáenz, a quien conocía por trabajos escolares, y quien la terminó guiando en su proyecto.
"El método tradicional es el epirómetro, una prueba de función pulmonar que suele confundir a esta enfermedad, como asma y bronquitis. Eso provoca un escenario preocupante respecto a los tiempos de tratamiento", dijo el profesional.

Por lo mismo la idea de Sofía, que apuntó a una inédita línea de investigación basada en las moléculas específicas, ofrece una alternativa real para el diagnóstico de la dolencia.

En relación a su futuro, afirmó que se concentrará en sus anhelo de estudiar Medicina, pero al mismo tiempo seguirá trabajando en su proyecto, asegurando que no descansará hasta que su producto sea una realidad disponible para todos los pacientes.
"Se resigna tiempo social y familiar, pero cuando pica el bichito de la ciencia no hay vuelta atrás. Notar que a partir de tus conocimientos puedes cambiar vidas es muy potente", expresó la joven.

Fuentes de la compilación: Soy Chile (Soy Quillota - Ayskée Solís)
Las Últimas Noticias et al.   

P.S.: FELICITACIONES SOFÍA Y A TODO SU ENTORNO FAMILIAR (APOYO MUY NECESARIO) Y ESCOLAR, FELICITACIONES A SU PROFESOR QUE CREYÓ EN ELLA, FELICITACIONES AL HOSPITAL VAN BUREN QUE ESTA PROBANDO EN FORMA EXPERIMENTAL EL EMPRENDIMIENTO DE SOFIA.
QUE TENGAS SOFIA, UNA LARGA Y PRÓSPERA VIDA.

¿QUE ES EL GRUPO LOCAL?


¿Cuántas galaxias se sabe ahora que se encuentran dentro de nuestro Grupo Local de Galaxias? 
¿Cómo se clasifica nuestra Vía Láctea, en cuanto a tamaño?
¿Y qué hay de los vastos superclusters más allá?


Ver más grande . | El concepto de artista que muestra nuestra galaxia Vía Láctea, sus galaxias satélites y otras galaxias en nuestro Grupo Local. La Vía Láctea no es realmente el centro de nada; Así es como se dibuja la imagen. Las 3 galaxias más grandes del Grupo Local son, en orden descendente, la galaxia de Andrómeda, la Vía Láctea y la M33, también conocida como la Galaxia del Triángulo. Imagen a través de Wikimedia Commons.
Sabemos dónde se encuentra nuestra galaxia, pero solo localmente. 
La galaxia Vía Láctea es una de las más de 54 galaxias conocidas como el Grupo Local. 
Los tres miembros más grandes del grupo son nuestra Vía Láctea (la segunda más grande), la galaxia de Andrómeda (la más grande) y la Galaxia del Triángulo. 
Las otras galaxias en el Grupo Local son galaxias enanas, y en su mayoría están agrupadas alrededor de las tres galaxias más grandes.

La ilustración de arriba es un poco engañosa porque sugiere que nuestra Galaxia Vía Láctea se encuentra en el centro del Grupo Local. 
No lo hace, por supuesto, pero la imagen está organizada de esa manera, presumiblemente para honrar nuestra perspectiva humana.

Por otro lado, el grupo local hace tener un centro de gravedad. Está en algún lugar entre la Vía Láctea y la Galaxia de Andrómeda.

El Grupo Local tiene un diámetro de unos 10 millones de años luz.

Los astrónomos también han descubierto que nuestro Grupo Local está en las afueras de un supercluster gigante de galaxias, conocido como Supercluster de Virgo.
  

Distancias del grupo local para grupos seleccionados y agrupaciones dentro de nuestro supercluster local, llamado el Supercluster Virgo. Imagen a través de Wikimedia Commons 
Otro concepto artístico de Virgo Supercluster, a través de Wikimedia Commons.

Otro concepto artístico de Virgo Supercluster, a través de Wikimedia Commons.



Al menos 100 grupos de galaxias y grupos se encuentran dentro del Supercluster de Virgo. Se cree que su diámetro es de unos 110 millones de años luz.

El Supercluster de Virgo puede ser parte de una estructura aún más grande que los astrónomos llaman el Supercluster de Laniakea . Consiste en unas 100.000 galaxias que se extienden a lo largo de unos 520 millones de años luz.

El Supercluster Laniakea es una de las muchas estructuras tan vastas en el espacio conocidas por los astrónomos en este momento.
 
Mapa de superclusters dentro del universo cercano, con Laniakea en amarillo. Imagen a través de Wikimedia Commons.

Conclusión: una palabra sobre nuestra galaxia Vía Láctea dentro del Grupo Local y más allá.
Fuente: EarthSky – Astronomía  Esencial - 06.diciembre.2018

EN 12 AÑOS PODEMOS VOLVER AL CLIMA DE LA EDAD DE PIEDRA

En un siglo podríamos revivir las temperaturas del Eoceno, si no se reducen las emisiones contaminantes

Escenarios del clima para los años 2020, 2050, 2100 y 2200 según tres modelos bien establecidos. Si las emisiones de gases de efecto invernadero no se reducen, según el estudio, el clima continuará calentándose hasta que empiece a parecerse al Eoceno en 2100. CORTESÍA DE LOS AUTORES. Click sobre la imagen para ampliar.

El clima de la Tierra se está dirigiendo hacia el que tuvo hace 50 millones de años, un escenario que podríamos afrontar en poco más de un siglo, si bien sólo en 12 años podemos estar con las temperaturas de la Edad de Piedra, si no se reducen las emisiones contaminantes.

El clima de la Tierra se parecerá en 2150 al que tenía el planeta hace 50 millones de años si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, ha estimado una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) basada en modelos climáticos y datos arqueológicos para comparar el futuro de la Tierra con su pasado. 

"Si pensamos en el futuro en términos del pasado, hacia dónde nos dirigimos es a un territorio inexplorado para la sociedad humana", explica en un comunicado Kevin Burke, de la Universidad de Wisconsin y autor principal del estudio. "Nos estamos moviendo hacia cambios muy dramáticos en un marco de tiempo extremadamente rápido, revirtiendo una tendencia de enfriamiento planetario en cuestión de siglos". 

Según este estudio, el mundo no tendrá que esperar hasta 2150 para ver un cambio climático dramático que se asemeja al antiguo pasado de la Tierra: en 2030 el clima de la Tierra será similar al de hace 3 millones de años, un momento de nuestra historia en el que nuestros antepasados humanos estaban aprendiendo a hacer herramientas de piedra (Edad de Piedra).
Los investigadores señalan que, si bien la Tierra ha pasado por diferentes periodos climáticos desde que se formó hace unos 4.540 millones de años, esos cambios climáticos han ocurrido a lo largo de decenas de millones de años. 

Lo novedoso es que, debido a la acción humana, nuestro planeta ha revertido su trayectoria hacia un enfriamiento, iniciada hace 50 millones de años, en sólo unos siglos. Y es posible que las especies, incluida la humana, no puedan adaptarse tan rápidamente a cambios climáticos tan bruscos

Escenarios climáticos 

Para llegar a estas conclusiones, los autores de esta investigación tuvieron en cuenta dos escenarios climáticos derivados de dos hipótesis diferentes: que no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, o que estas emisiones se reducen moderadamente. 

En ambos escenarios, los modelos resultantes señalan que el clima de la Tierra se parecerá al que tenía hace 3 millones de años, con una única variable: ocurrirá, bien en 2030 (si no se reducen las emisiones) o en 2040 (si se reducen moderadamente).

Proyectados en el tiempo, los modelos señalan que el clima continuará calentándose hasta reproducir condiciones similares a las del Eoceno en el año 2150, en poco más de un siglo. Hay que imaginar en ese escenario la desaparición de las zonas árticas, convertidas en tierras pantanosas. 

El Eoceno comenzó hace unos 56 millones de años como consecuencia de un brusco cambio climático conocido como el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno: consistió en un aumento de la temperatura terrestre en apenas 20.000 años, que trajo consigo un aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos. El Eoceno terminó hace unos 34 millones de años.

Desde el centro de los continentes 

Los modelos muestran asimismo que estos climas geológicos profundos emergen primero desde el centro de los continentes y luego se expanden hacia el exterior a lo largo del tiempo. Las temperaturas y las precipitaciones aumentan, las capas de hielo se derriten y los climas se vuelven templados cerca de los polos de la Tierra. Esa es la trayectoria previsible del calentamiento futuro. 

El estudio también mostró que en el escenario de reducción moderada de las emisiones, los climas "novedosos" emergen en casi el 9 por ciento del planeta. Estas son condiciones que no tienen un precedente geológico o histórico conocido y se concentran en el este y sureste de Asia, el norte de Australia y la costa de América.

En su artículo, los investigadores intentan encontrar un equilibrio entre la alarma y el optimismo. Por un lado, la Tierra se dirige a lo desconocido, lo que afectará a la vida de nuestros hijos y nietos. Por otro lado, la vida ha demostrado ser resistente. En tercer lugar, en muchos lugares se está planteando la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y libres de carbono. Pero se necesita hacer más, señalan.

“Hemos visto que suceden grandes cosas en la historia de la Tierra: nuevas especies evolucionaron, la vida persiste y las especies sobrevivieron. Pero muchas especies se perderán, y vivimos en este planeta”, dice Jack Williams, otro de los autores de la investigación. "Estas son cosas que deben preocuparnos, por lo que este trabajo nos indica cómo podemos usar nuestra historia y la historia de la Tierra para comprender los cambios actuales y cómo podemos adaptarnos mejor".

El trabajo investigativo de K.D.Burke et al., PNAS december 10,2018 bajo el título “Pliocene andEocene provide best analogs fornear-future climates” se ubica en DOI: https://doi.org/10.1073/pnas 1809600115
Fuente: Tendencias 21 / Tendencias científicas – 13.diciembre.2018