miércoles, 14 de abril de 2010

ERUPCIÓN SOLAR

Imagen: Satélite Proba-2 créditos ESA
El cielo polar brilló con fantasmales auroras la semana pasada durante la mayor tormenta geomagnética de 2010. El evento debe su origen a una erupción solar unos días antes. Se puso de manifiesto mediante el satélite observador solar Proba-2 de la ESA.

Erupciones como las que se observaron corresponden a eyecciones de masa coronal (CMEs). Las llamaradas solares fueron causadas por emisiones repentinas de la energía magnética de la superficie del sol. El sábado 3 de abril el satélite Proba-2 registro una llamarada que luego se clasificó como de temperatura débil aún cuando corresponda a decenas de millones de grados.
Esta erupción estuvo alineada con la Tierra, que recibió el lunes 5 de abril un gran número de partículas cargadas que viajaron aproximadamente a 500 kilómetros por segundo.
La tormenta magnética resultante fue la más poderosa en más de tres años. Provocó auroras deslumbrantes; no se informó de daños a los sistemas potencialmente susceptibles, como los satélites, el GPS, las comunicaciones y la infraestructura de energía eléctrica.
Las llamaradas solares son raramente vistas en la luz ordinaria, pero en longitudes de onda ultravioleta extrema se aprecian espectaculares.
El satélite Proba-2 que las registró, mide solamente un metro cúbico; la tecnología incorporada en él, aún cuando caben en una caja de zapatos, le permite recoger imágenes mediante procesamientos de última generación.
Bibliografía en el enlace:http://www.esa. int/esaCP/ SEMM5H9MT7G_ index_0.html