viernes, 21 de agosto de 2015

ASTRÓNOMA CHILENA DESCUBRE EXOPLANETA DE TRES MASAS DE JÚPITER

Concepto artístico de exoplaneta tres veces el tamaño de Júpiter descubierto por la astrónoma chilena Maritza Soto - crédito: El Dínamo
HD 110014c  es el nombre del planeta descubierto por Maritza Soto, estudiante del Doctorado en Ciencias mención Astronomía del Departamento de Astronomía (DAS) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. El objeto está ubicado ha unos 320 años kuz de la Tierra: “Este planeta orbita a una gigante roja, lo que es bastante atípico. Solo uno de cada 5 planetas descubiertos giran alrededor de este tipo de estrellas”, explica la científica.
Maritza Soto - Astrónoma de la Universidad de Chile - DAS
El análisis de los datos le tomó alrededor de ocho meses, mientras que el hallazgo se realizó utilizando el método de velocidad radial, el que mide el movimiento de la estrella que se produce cuando hay un objeto orbitándola.
La astrónoma relata: “Los datos del sistema HD110014 fueron tomados por otros astrónomos entre los años 2004 y 2011. Estos estaban archivados en la base de datos de la European Southern Observatory. Lo que nosotros hicimos fue tomar esos datos, reestudiarlos y ahí nos percatamos que había un planeta que no debía estar o, mejor dicho, que nadie había visto hasta el momento”.
El descubrimiento se hizo utilizando principalmente datos del espectrógrafo FEROS, que está en el telescopio de 2.2 m del Observatorio La Silla de la ESO y “también usamos algunos datos del espectrógrafo HARPS, que también se encuentra en el Observatorio La Silla”, concluye la científica.


Enlace al vídeo: Sistema Planetario de la estrella HD 110014 - crédito:R.Ramírez
El Paper  fue publicado en la última edición impresa de la revista científica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, donde Maritza Soto firmó como primera autora. En el equipo científico también participaron el académico del DAS de la U. de Chile, James Jenkins –quien es el profesor guía de Soto y quien además a fines del año 2012 participó en el descubrimiento del planeta ubicado en zona habitable más cercano a la Tierra: Tau Ceti e – y el doctor Matías Jones del Centro de Astroingeniería de la Universidad Católica.
Fuente: El Mostrador

POR PRIMERA VEZ LOS FÍSICOS AÍSLAN NEUTRINOS DEL MANTO DE LA TIERRA

Los físicos instalaron el detector Borexino,los tubos fotomultiplicadores permiten detectar los destellos de luz creados cuando los antineutrinos chocan con el detector. Crédito: Cortesía INFN

La primera confirmación del avistamientos de antineutrinos producidos por la desintegración radiactiva en el manto de la Tierra fue realizada por investigadores del Istituto Nazionale di Fisica Nucleare, Laboratori Nazionale del Gran Sasso, Experiment Borexino  detector ubicado en  Italia. 
A pesar que este tipo de "geoneutrinos" han sido detectados anteriormente, es la primera vez que los físicos pueden decir con confianza que la mitad de los antineutrinos que midieron vinieron desde el manto de la Tierra, y que  el resto proviene de la corteza. 

El equipo del Borexino también ha sido capaz de hacer un nuevo cálculo de la cantidad de calor que se produce en la Tierra por la desintegración radiactiva, encontrando que es mayor de lo que se pensaba. Los investigadores dicen que en el futuro, el experimento debe ser capaz también de medir las cantidades de elementos radiactivos en el manto.
De acuerdo con el modelo Silicato a Granel de la Tierra (BSE – Bulk Silicate Earth), la mayor parte del uranio radiactivo, torio y potasio se encuentra en  los pliegues interiores de la corteza y el manto de nuestro planeta, el cual representa alrededor del 84% del volumen total de la Tierra; el manto es la capa rocosa que está cual gran emparedado entre la corteza y el núcleo de la Tierra. El calor fluye desde del interior de la Tierra hacia el espacio a una velocidad de alrededor de 47 TW, pero uno de los grandes misterios de la geofísica es la cantidad de calor que queda desde cuando se formó la Tierra, y cuánto proviene de las cadenas de desintegración radiactiva del uranio-238, el torio-232 y el potasio-40.

Mirando a gran profundidad
Una forma de resolver la cuestión es medir los antineutrinos producidos por estas cadenas de desintegración. Estas pequeñas partículas viajan fácilmente a través de la Tierra, lo que significa que los detectores situados cerca de la superficie podrían dar a los geofísicos una forma de medir la abundancia de elementos radiactivos profundo que existen  dentro de la Tierra - y a un metro de profundidad, por lo tanto, produce calor.
Ya en 2005 los físicos que trabajan en el detector KamLAND  de neutrinos en Japón anunciaron que habían detectado 22 geoneutrinos, mientras que el Borexino, que ha estado funcionando desde 2007, informó en 2010 de que había visto a 10 de estas partículas. Ya que ambos detectores han visto más geoneutrinos y, en conjunto, sus mediciones sugieren que alrededor de la mitad del calor que sale de la Tierra es generado por la desintegración radiactiva, aunque existe gran incertidumbre en este valor.

Aventura italiana
El detector Borexino se compone de 300 toneladas de un líquido orgánico, que se encuentra muy por debajo de una montaña en el Laboratorio Nacional del Gran Sasso en Italia para proteger el experimento de los rayos cósmicos no deseados que de otra manera ahogan la señal de neutrinos. Cada vez que los electrones en el líquido son golpeados por un antineutrino, retroceden y crean un destello de luz. En el último trabajo, los físicos del Borexino han analizado un total de 77 eventos del detector, con el cálculo del equipo - a partir de datos de la Agencia Internacional de Energía Atómica - que aproximadamente 53 de estos antineutrinos fueron producidos por los reactores nucleares.
Los 24 geoneutrinos restantes podrían haber venido de cualquiera de la corteza de la Tierra o de su núcleo. Sin embargo, los científicos tienen una idea bastante clara de la cantidad de uranio y torio se encuentran en la corteza, lo que permite a los físicos del Borexino para decir que la mitad de estos geoneutrinos se produjeron en el manto y la otra mitad en la corteza. 
Por otra parte, los físicos pueden decir con un 98% de confianza de que han detectado neutrinos en el manto, un mayor nivel de confianza que se logra en estudios previos.

El equipo también calcula el calor generado por la desintegración radiactiva en la tierra y nos pareció que estaba en el rango de 23 a 36 TW. Esto es más grande que las estimaciones basadas en suposiciones acerca de la cantidad de elementos radiactivos en la Tierra, que están en el rango de 12 a 30 TW, y también de más de una estimación basada en mediciones antineutrinos anteriores.

El equipo Borexino también trató de averiguar qué proporción de los geoneutrinos que vino de la cadena de desintegración del uranio y cual era la proporción de la cadena de torio. El decaimientos del potasio no fueron considerados debido a que no se espera hacer una contribución significativa a los números detectados. Los datos sugieren que la relación actualmente aceptada de torio y de uranio en la Tierra es correcta, pero que la incertidumbre en los valores del Borexino es muy grande. Más datos: Los físicos del Borexino dicen, deberían dejarlos hacer mediciones más precisas para lograr mejores  datos de las contribuciones de uranio y torio en el calentamiento de la Tierra.
Este  trabajo y estudio se encuentra en un completo informe en Physical Review .
Fuente: Compilado de The PhysicsWorld – 14.agosto.2015 -

Traducción libre de SOCA