martes, 3 de diciembre de 2013

ATMÓSFERAS ALIENÍGENAS



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Desde principios de 1990, los astrónomos mediante observaciones muy bien definidas, han sabido que los planetas extrasolares, o "exoplanetas", orbitan estrellas a años luz de nuestro sistema solar, distancia que ha significado un  desafío para los científicos, de cómo estudiarlos; su lejanía hace imposible lograr fotografías directas de cada uno de ellos.  
Las nuevas tecnologías espaciales, han permitido  efectuar estudios complejos pero muy bien detallados de cada exoplaneta descubierto, que han permitido confirmar tamaño,  composición, características físicas y su atmósfera.

La atmósfera de los exoplanetas se han logrado determinarlas  mediante la observación de las variaciones periódicas en el brillo y color de la estrella madre, producida cuando el exoplaneta pasa por delante de ella.
Estas variaciones permiten a los astrónomos determinar indirectamente la distancia de un exoplaneta de su estrella, su tamaño y su masa. Para completar su estudio y entenderlo realmente, los astrónomos deben estudiar la atmósfera del exoplaneta, y lo hacen mediante un registro separado de la luz de la estrella madre durante un tránsito planetario, cuya variabilidad permite determinar la atmósfera  alienígena.


Instrumento CRIRES, ubicado sobre la plataforma Nasmyth de la unidad Telescopio 1 del VLT Antu. Es un espectrógrafo criogénico infrarrojo de alta resolución, su potencia de resolución es de hasta 100.000 en la extensión espectral de 1 a 5 micras. Puede aumentar todas las aplicaciones científicas al apuntarlo a objetivos más débiles, mayores ampliaciones, espectrales y resolución temporal. Crédito: ESO

En el evento que el exoplaneta no transite por delante de su estrella, se puede utilizar el instrumento CRIRES instalado en el VLT  del Observatorio Paranal de ESO en Chile, que permite combinar observaciones en el rango del  infrarrojo en longitudes de onda de alrededor de 2,3 micras, extrayendo la débil señal del planeta a partir de la luz mucho más potente emitida por la estrella anfitriona.  En longitudes de onda infrarroja, la estrella anfitriona emite menos luz que en el rango óptico, permitiendo en esta forma, separar la tenue señal del exoplaneta. El método utiliza la velocidad radial del planeta alrededor de su estrella, para distinguir su radiación de la emitida por la estrella.
Fuente: NASA Goddard / ESO 1227es