miércoles, 24 de febrero de 2016

EL PLÁSTICO EN LOS OCÉANOS DAÑAN LA ALIMENTACIÓN DE LAS OSTRAS

La fotografía muestra arrecifes de ostras en el momento de la marea media fuera del muelle de pesca en el Hunting Island State Park, Carolina del Sur. Crédito: Vía Jstuby en Wikimedia Commons 
Los residuos plásticos - como el poliestireno – que llegan a nuestros océanos, lentamente se van degradando en partículas microscópicas conocidas como microplásticos; estas pequeñas partículas varían en su tamaño de 2 a 6 micrómetros de ancho  que es aproximadamente una quinta parte del grosor de un cabello humano y demoran entre 500 a 1000 años en degradarse. Los procesos industriales, la ropa, los residuos plásticos, restos de cosméticos, etc, que llegan vía los alcantarillados o en forma directa a los lagos y océanos, cada vez contribuyen más y más al avenamiento de la alimentación de la vida acuática que los filtran, tales como las almejas, ostras, corales, ascidias, esponjas, percebes, que se ven perjudicados en su alimentación por la ingestión de estos residuos plásticos.
Pocos han sido los estudios que han mostrado los diferentes efectos directos que ejercen sobre los animales marinos; pero ahora un nuevo estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, informa del impacto negativo de los plásticos en la salud reproductiva de las ostras.
Rossana Sussarellu y colegas de Francia y Bélgica realizaron algunos experimentos simples pero eficaces del papel de los plásticos en la alimentación y en el comportamiento reproductivo de estos animales filtradores.
Los experimentos consistieron en aumentar en laboratorio, ostras con el agua de mar simulada, con y sin microplásticos.
Un hallazgo fue que las ostras expuestas a los plásticos comieron más micro algas que el grupo de control. Los autores especulan que esto era para compensar los plásticos en el impacto negativo tenido sobre la absorción de energía por las ostras. Esencialmente, tenían que comer más para obtener la misma cantidad de energía.
También hubo un cambio en la forma en ostras pasaron su absorción de energía, cambiando alejadas del desarrollo reproductivo de crecimiento estructural. Esto se manifiesta en las ostras femeninas que producen 38% menos de ovocitos (óvulos) y la velocidad del esperma de las ostras masculinas que tuvo una  disminución del 23%. En general, la producción de larvas en las ostras expuestas a estos plásticos fue 41% más bajo que los animales de control.
Tal vez lo más preocupante de estos resultados es que las ostras cultivadas en laboratorio sólo estaban expuestas a concentraciones de plástico de 0,01 miligramos de microplásticos por litro de agua, que es mucho más bajo que el 0,8 a 2.500 miligramos de plástico por la exposición en litros reportados en el medio silvestre para otras especies marinas invertebrados, en aguas contaminadas.
Si estas pequeñas cantidades de microplásticos pueden producir los mismos drásticos efectos en la alimentación y la reproducción de ostras, las cantidades más altas de exposición pueden perjudicar seriamente a las poblaciones de ostras silvestres.
En pocas palabras: Un experimento de laboratorio ha demostrado que las partículas de plástico microscópicas en hay en el agua provocan cambios en la dieta que entrega el océano y reducen el rendimiento reproductivo de las ostras.
Este ha sido un estudio relacionado con las ostras que demuestra como la basura que llega a los mares terrestres, cada día perjudica en forma exponencial el ambiente de toda la fauna marina. Es obvio que la solución es obvia, pero ¿Los seres humanos estarán dispuestos a tomar drásticas medidas para salvar la alimentación de nuestros hijos en el futuro? Recordemos que debido al cambio climático y calentamiento, peligra la alimentación de la población terrestre mundial.

Fuente: EarthSky / Wikipedia et al. (Traducción libre de soca)