La
fotografía muestra arrecifes de ostras en el momento de la marea media fuera
del muelle de pesca en el Hunting Island State Park, Carolina del Sur. Crédito:
Vía Jstuby en Wikimedia Commons
Los
residuos plásticos - como el poliestireno – que llegan a nuestros océanos, lentamente
se van degradando en partículas microscópicas conocidas como microplásticos; estas
pequeñas partículas varían en su tamaño de 2 a 6 micrómetros de ancho que es aproximadamente una quinta parte del
grosor de un cabello humano y demoran entre 500 a 1000 años en degradarse. Los
procesos industriales, la ropa, los residuos plásticos, restos de cosméticos,
etc, que llegan vía los alcantarillados o en forma directa a los lagos y
océanos, cada vez contribuyen más y más al avenamiento de la alimentación de la
vida acuática que los filtran,
tales como las almejas, ostras, corales, ascidias, esponjas, percebes, que se
ven perjudicados en su alimentación por la ingestión de estos residuos plásticos.
Pocos
han sido los estudios que han mostrado los diferentes efectos directos que
ejercen sobre los animales marinos; pero ahora un nuevo estudio, publicado en las Actas de la
Academia Nacional de Ciencias, informa del impacto negativo de los plásticos en
la salud reproductiva de las ostras.
Rossana
Sussarellu y colegas de Francia y Bélgica realizaron algunos experimentos
simples pero eficaces del papel de los plásticos en la alimentación y en el
comportamiento reproductivo de estos animales filtradores.
Los
experimentos consistieron en aumentar en laboratorio, ostras con el agua de mar
simulada, con y sin microplásticos.
Un
hallazgo fue que las ostras expuestas a los plásticos comieron más micro algas
que el grupo de control. Los autores especulan que esto era para compensar
los plásticos en el impacto negativo tenido sobre la absorción de energía por las
ostras. Esencialmente, tenían que comer más para obtener la misma cantidad
de energía.
También
hubo un cambio en la forma en ostras pasaron su absorción de energía, cambiando
alejadas del desarrollo reproductivo de crecimiento estructural. Esto se
manifiesta en las ostras femeninas que producen 38% menos de ovocitos (óvulos)
y la velocidad del esperma de las ostras masculinas que tuvo una disminución del 23%. En general, la
producción de larvas en las ostras expuestas a estos plásticos fue 41% más bajo
que los animales de control.
Tal
vez lo más preocupante de estos resultados es que las ostras cultivadas en
laboratorio sólo estaban expuestas a concentraciones de plástico de 0,01
miligramos de microplásticos por litro de agua, que es mucho más bajo que el
0,8 a 2.500 miligramos de plástico por la exposición en litros reportados en el
medio silvestre para otras especies marinas invertebrados, en aguas
contaminadas.
Si
estas pequeñas cantidades de microplásticos pueden producir los mismos drásticos
efectos en la alimentación y la reproducción de ostras, las cantidades más altas
de exposición pueden perjudicar seriamente a las poblaciones de ostras
silvestres.
En
pocas palabras: Un experimento de laboratorio ha demostrado que las partículas
de plástico microscópicas en hay en el agua provocan cambios en la dieta que
entrega el océano y reducen el rendimiento reproductivo de las ostras.
Este
ha sido un estudio relacionado con las ostras que demuestra como la basura que
llega a los mares terrestres, cada día perjudica en forma exponencial el
ambiente de toda la fauna marina. Es obvio que la solución es obvia, pero ¿Los
seres humanos estarán dispuestos a tomar drásticas medidas para salvar la
alimentación de nuestros hijos en el futuro? Recordemos que debido al cambio
climático y calentamiento, peligra la alimentación de la población terrestre
mundial.
Fuente:
EarthSky / Wikipedia et al. (Traducción libre de soca)
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