Los medios de subsistencia de
millones de personas que dependen de la pesca están en peligro. El Director
General de la FAO insta a los gobiernos a resolver las disputas sobre
financiación para la adaptación
Casi 60 millones de personas
trabajan en la pesca y la acuicultura. El cambio climático amenaza sus medios
de vida.
Los nuevos
análisis y modelos publicados hoy 10 de julio por la FAO - con la colaboración
de más de un centenar de científicos - proyectan que para el año 2050 el cambio climático habrá alterado la
productividad de muchas de las pesquerías marinas y de agua dulce del planeta,
afectando los medios de subsistencia de millones de las personas más pobres del
mundo.
Si bien el
potencial productivo de la pesca en las zonas económicas marinas exclusivas
(ZEE) – zonas de 200 millas náuticas adyacente a los Estados costeros sobre los
que éstos tienen derechos especiales de explotación – podría disminuir menos de
un 12 por ciento la media, este dato oculta las variaciones más importantes del
potencial productivo a nivel regional, según sugieren los modelos.
El informe
advierte que también se verán afectados los sistemas de aguas continentales del
planeta – de enorme importancia, pero a menudo pasados por alto - que incluyen
cinco de los países menos desarrollados del mundo entre los diez que más
pescado producen, y proporcionan 11,6 millones de toneladas de alimentos para
consumo humano cada año.
Las
consecuencias están relacionadas con cambios en la temperatura del agua, los
niveles de pH y los patrones de circulación oceánica, con el aumento del nivel del
mar y pautas de lluvias y tormentas alteradas que harán que las especies
cambien su distribución y productividad, los corales se decoloren y haya mayor
frecuencia de enfermedades acuáticas.
Las
proyecciones aparecen en un informe de 654 páginas de análisis e información a
nivel mundial, regional y nacional presentado hoy por la FAO, que supone la
publicación más completa elaborada hasta la fecha sobre el cambio climático y
la pesca.
Impactos
del cambio climático en la pesca y la acuicultura: Síntesis de los
conocimientos y las opciones de adaptación y mitigación actuales incluye tanto
nuevas investigaciones como un resumen genuino de la información científica más
reciente sobre cómo un clima cambiante está alterando los océanos, lagos y ríos
del mundo y transformando las vidas de las comunidades que dependen de ellos.
Una serie
de estudios de casos, se centran en los desafíos - así como en las soluciones
de adaptación que ya se están explorando - en 13 grandes áreas marinas, que van
desde el Ártico hasta el Mediterráneo.
El
capítulo central ofrece herramientas y opciones para ayudar a los países a
hacer frente a esta situación, de una manera que también les permita cumplir
con sus compromisos de adaptación en base al Acuerdo de París.
Si se
implementan estas medidas en forma adecuada, los impactos del cambio climático
pueden minimizarse, según los expertos.
“La inclusión de medidas de
adaptación en la pesca y la acuicultura se ve obstaculizada actualmente por la
falta de análisis específicos sobre la vulnerabilidad del sector al cambio
climático, así como de las oportunidades y respuestas disponibles”, aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva. “Este estudio – añadió - ayudará a los países a fortalecer la
resiliencia de las comunidades dependientes de la pesca y la acuicultura ante
el cambio climático y los eventos extremos, que es un elemento fundamental para
lograr el desarrollo sostenible sin dejar a nadie atrás”.
En la
presentación del informe, el Director General de la FAO, José Graziano da
Silva, instó a la comunidad internacional a proporcionar un adecuado apoyo para
ayudar a los países a adaptarse.
En
particular, urgió a los gobiernos que forman parte del consejo del Fondo Verde
del Clima de la ONU a resolver sus diferencias sobre la financiación.
El fracaso
del consejo durante su reunión de la semana pasada para acordar decisiones
importantes, y en particular la reposición del fondo, significa que podría
agotarse el próximo año, afirmó el Director General de la FAO.
“Nos enfrentamos a agotar
completamente el elemento más importante del Acuerdo del Clima de París”, advirtió.
“Cuando firmamos el Acuerdo de París,
la ayuda a los países más pobres a adaptarse era una condición sine qua non
para no fracasar en su implementación”, añadió
Graziano da Silva.
Escenarios
de cambio oceánico
En un
ejercicio de modelización incluido en el informe de la FAO, basado en el
escenario de “mitigación firme” RCP2.6 del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático (IPCC), la producción pesquera en las ZEE marinas se
reduciría entre un 2,8 y 5,3 por ciento para 2050. Según otro escenario, el
RCP8.5 “actuar como de costumbre”, la disminución podría oscilar entre el 7 por
ciento y el 12,1 por ciento para 2050.
Los
mayores descensos se esperan en las ZEE de los países tropicales
-principalmente en el Pacífico Sur-
mientras que en las regiones de mayor latitud el potencial de capturas
probablemente aumente.
El informe
señala que incluso en áreas donde la productividad se verá afectada
negativamente, las capturas de pescado podrían seguir creciendo si los países
implementan medidas de adaptación adecuadas y regímenes eficaces de gestión
pesquera.
Los
cambios en los niveles de capturas ocurrirán en parte como resultado de que las
especies de peces modifiquen su distribución geográfica en respuesta al cambio
climático. Esto ya ha sido bien documentado en el Atlántico nororiental y
noroccidental, y también para el atún de elevado valor.
Los
cambios en la distribución y los patrones de migración de este amplio espectro
de peces podrían tener un impacto notable en los ingresos nacionales de los
países que dependen del atún, en
particular en los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) del Pacífico.
A medida
que se produzcan los cambios en la distribución, se necesitarán nuevos acuerdos
entre los pescadores dentro de las flotas pesqueras nacionales, y también entre
los países para permitir respuestas coordinadas, subraya el informe.
Aguas
continentales y acuicultura en peligro
Los
impactos productivos en los sistemas de aguas continentales variarán de un
lugar a otro, pero ninguna región del mundo quedará inmune. El informe aporta
estimaciones sobre cómo cambiará el clima, el uso del agua y la presión
demográfica en 149 países, y explora la evolución futura de los ríos Yangtzé,
Ganges y Mekong en Asia; la cuenca del río Congo y el sistema de los Grandes
Lagos en África; los lagos interiores de Finlandia en Europa; y las cuencas del
río de La Plata y del Amazonas en América del Sur.
En el caso
de la acuicultura de agua dulce, se estima que Viet Nam, Bangladesh, Laos y
China son los países más vulnerables,
y en el de la acuicultura marina serían Noruega y Chile, debido al tamaño de sus sistemas piscícolas y su dependencia
de unas pocas especies.
Opciones
para la adaptación
Ya existe
una gama de herramientas de gestión pesquera que pueden usarse para responder
al cambio climático, señala el informe, pero muchas necesitarán ser reestructuradas
para responder a las necesidades específicas en contextos específicos.
Para
garantizar que las adaptaciones sean sinérgicas y no lleven a una adaptación
deficiente, la FAO las agrupa en tres categorías: respuestas institucionales y
de gestión; fortalecer y diversificar los medios de vida de la población; y
mitigar los riesgos y apoyar la resiliencia.
El desafío
del cambio climático puede superarse, según la FAO, y este nuevo estudio indica
cómo hacerlo de manera eficaz, al tiempo que se minimizan sus impactos y se
maximizan las oportunidades.
Fuente:
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO
– Roma, 10. julio.2018
Más información:
Traducción
libre de Soca
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