Pérdida de permafrost en el norte de Noruega.
Foto:Sebastián Westermann.
Universidad de Exeter
El calentamiento global está provocando la pérdida
de casi 4 millones de permafrost por cada grado que aumente en forma
adicional la temperatura del planeta, es el resultado del estudio publicado en Nature
Climate Change y que fue generado por la
Universidad
de Exeter, el cual sugiere que cerca de 4 millones de kilómetros cuadrados
de tierra congelada, una área más grande que La India, podrían perderse
por cada grado adicional de calentamiento global.
La pérdida de permafrost representa una doble
amenaza: Liberará billones de toneladas de carbono y metano a la atmósfera y
pondrá en peligro a 35 millones de personas, que pueden perder sus casas e
infraestructuras locales por la inestabilidad del terreno.
Recordemos que el permafrost es la capa de suelo permanentemente
congelada — pero no permanentemente cubierta de hielo o nieve — de las regiones
muy frías o periglaciares,
como es la tundra
del planeta. Tambien puede encontrarse en las áreas circumpolares de Canadá, Alaska, Siberia, Tíbet, Noruega y en varias islas del Océano Atlántico sur, como las Islas Georgias del Sur y las Islas Sandwich del Sur.
No es solo sucede en la Tierra, también
se ha encontrado este fenómeno en la superficie del planeta Marte.
El permafrost se puede dividir en pergelisol,
la capa helada más profunda, y mollisol
la capa más superficial y es la que suele descongelarse.
Durante cientos de miles de años, el
permafrost del Ártico2 ha acumulado grandes reservas de
carbono orgánico (se estima que de 1,4 a 1,85 billones de toneladas métricas).
El calentamiento global descongelará un 20% más de permafrost de lo que
se pensaba anteriormente, liberando billones de toneladas de gases
de efecto invernadero a la atmósfera terrestre, es lo que se desprende de un comunicado de la nueva investigación efectuada por la universidad de Exeter.
Durante cientos de miles de años, el
permafrost del Ártico acumulo grandes reservas de carbono orgánico (se estima
que de 1,4 a 1,85 billones de toneladas métricas). Cuando el permafrost se
deshace, la materia orgánica comienza a descomponerse, liberando gases de
efecto invernadero como el dióxido de carbono y el metano, aumentando las
temperaturas globales del planeta. Se
estima que hay más carbono contenido en el permafrost congelado que el que se
encuentra actualmente en la atmósfera.
Las consecuencias de la descongelación del
permafrost son potencialmente perjudiciales no sólo para las emisiones de gases
de efecto invernadero, sino también para la estabilidad de los edificios
situados en ciudades de alta latitud.
Aproximadamente 35 millones
de personas viven en zonas de
permafrost, en las cuales tres ciudades fueron construidas sobre el permafrost,
a las cuales se tienen que agregar muchas comunidades más pequeñas. Un deshielo
generalizado podría hacer que el terreno se vuelva inestable, poniendo las
carreteras y edificios en riesgo de colapso.
Depende de los objetivos climáticos
Estudios recientes han demostrado que el Ártico se está calentando
alrededor del doble de la tasa del resto del mundo, por lo que el permafrost ya
ha comenzado a descongelarse en grandes áreas.
Los investigadores, de Suecia y Noruega, así como del Reino Unido,
sugieren que las enormes pérdidas de permafrost podrían evitarse si se cumplen
objetivos climáticos ambiciosos.
Consideran que si el calentamiento global logra contenerse por
debajo de los 1,5ºC respecto a los niveles industriales, podría evitarse la
pérdida de dos millones de kilómetros cuadrados de permafrost, por lo que
cumplir los objetivos del Acuerdo de
París resulta fundamental para prevenir esta catástrofe.
En el estudio, los investigadores
utilizaron una combinación innovadora de modelos climáticos globales y datos de
campo para proporcionar una estimación rigurosa de la pérdida mundial de
permafrost como consecuencia del cambio climático.
El equipo examinó la forma en que el permafrost cambia a través del paisaje y cómo está relacionado con la temperatura del aire. Luego consideraron posibles aumentos en la temperatura del aire en el futuro, y los pasaron a un mapa de distribución de permafrost usando su relación basada en la observación.
Esto les permitió calcular la cantidad de permafrost que se perdería en función de la intensidad del calentamiento global. Y así descubrieron que el patrón actual del permafrost es sensible a los cambios en el clima.
El equipo examinó la forma en que el permafrost cambia a través del paisaje y cómo está relacionado con la temperatura del aire. Luego consideraron posibles aumentos en la temperatura del aire en el futuro, y los pasaron a un mapa de distribución de permafrost usando su relación basada en la observación.
Esto les permitió calcular la cantidad de permafrost que se perdería en función de la intensidad del calentamiento global. Y así descubrieron que el patrón actual del permafrost es sensible a los cambios en el clima.
El estudio sugiere que el permafrost es
más susceptible al calentamiento global que lo que se creía hasta ahora, ya que
estabilizar el clima en 2ºC por encima de los niveles preindustriales
conduciría a la descongelación de más del 40% de las actuales áreas de
permafrost.
"La capacidad de evaluar con mayor precisión la pérdida de
permafrost puede alimentar una mayor comprensión del impacto del calentamiento
global y, potencialmente, influir en la política frente al calentamiento
global", consideran los
investigadores.
Fuente: Tendencias Científicas /
Universidad de Exeter / Wikipedia / Nature Climate Change
Traducción libre de Soca
No hay comentarios:
Publicar un comentario