Luego de investigaciones y cálculos, el equipo
científico del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines cuantificó la
radiación capturada por las nubes que rodean los agujeros negros, mientras
éstos se alimentan.
Películas y
series de ciencia ficción como “Interestelar” o “Viaje a las Estrellas” han
traído a los agujeros negros desde lo más profundo del Universo hasta nuestros
ojos. Ahora son los investigadores del Departamento de Astronomía de la
Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (DAS) de la Universidad de Chile y
del CATA que trabajan en nuestro país quienes, luego de meses de trabajo y el
estudio de los sistemas usando computadores de última generación, descubrieron
algo que la astrofísica contemporánea desconocía: La cuantificación de la
radiación capturada por las nubes que rodean los agujeros negros, mientras
éstos se alimentan.
Paulina Lira, astrónoma de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la
Universidad de Chile e investigadora CATA y Marko
Stalevski, investigador postdoctoral de la Universidad de Chile y del Centro de
Astrofísica CATA
“Llevamos a cabo una gran cantidad de cálculos en súper computadoras que simularon la interacción entre la luz y la materia que rodea a los agujeros negros súper masivos (de masas de miles de millones de veces a la de nuestro Sol), los que son conocidos como Núcleos Activos de Galaxias”, explicó Marko Stalevski, investigador del DAS y primer autor de la investigación. Hasta antes del estudio, se sabía que cuando los agujeros negros se alimentaban, es decir, cuando algo caía hacia su centro, “El material, alcanzaba altísimas temperaturas y emitía radiación. Lo que no se sabía era cuánta de esta radiación era capturada por la nube de gas y polvo que rodeaba al objeto (al que los astrónomos llaman ‘Toro’). Nosotros fuimos capaces de medirlo, simularlo computacionalmente y darnos cuenta que retenía mucha menos cantidad de lo que antes se pensaba”, agregó el científico.
Enlacel al vídeo: Dust around supermassive black holes
Para Paulina
Lira, astrofísica de la Universidad de Chile y una de las autoras del Paper, este descubrimiento es especialmente relevante
porque “Nos permite saber cómo crecen los
agujeros negros en la medida en que éstos se alimentan. Si no sabemos cuánta
radiación es interceptada por la nube que rodea al objeto, entonces no nos
sería posible cuantificar bien dicha cantidad”.
La investigación
recogió datos capturados por diversos telescopios tales como el Herschel, el
Spitzer y el Hubble; los telescopios terrestres Subaru, Galex, Ukirt y CFHT; y
desde el Sloan Digital Sky Survey. El trabajo de análisis tomó un año y las
simulaciones se realizaron en varias súper computadoras, como la Leftraru del
Centro de Modelamiento Matemático de la Facultad de Ciencias Físicas y
Matemáticas, donde se realizaron alrededor de dos tercios del desarrollo de
cálculo requerido. “Nuestra idea es que
otros astrónomos tomen nuestros resultados y los apliquen a sus estudios de los
agujeros negros, para así entender mejor cómo nacen y crecen desde el comienzo
del Universo hasta ahora”, concluyó Paulina Lira. El descubrimiento
aparecerá mañana viernes 01 de abril de 2016, en la Revista Científica MonthlyNotices of the Royal Astronomical Society.
Fuente:Diario
UCHILE 31,abril.2016
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