Un equipo liderado por Karla
Goessler del Grupo de Pesquisas, Estudios y Respuestas Cardiovasculares
del Departamento de Educación Física de la Universidad de Londrina, Londrina,
Brasil, ha estado revisando en forma sistemática
la meta-análisis, a fin de evaluar el efecto del ejercicio físico en los
parámetros del sistema de renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) en adultos
sanos, con el propósito de estudiar la relación con los cambios inducidos por
la formación de la presión arterial.
Esta sistemática búsqueda, fue
realizada incluyendo ensayos controlados aleatorios que duraron 4 semanas, permitiéndoles investigar los efectos del
ejercicio sobre los parámetros de la RAAS en adultos sanos (edad >18 años).
El estudio fue publicado en una revista revisada por pares hasta diciembre de
2013. Fueron utilizados modelos de efectos fijos y los datos se presentaron
como medias ponderadas con un límite de confianza del 95% (CL).
Se incluyeron
once ensayos controlados aleatoriamente, con un total de 375 individuos.
La
actividad de la renina plasmática se redujo, luego del entrenamiento (n=7
ensayos, la diferencia de medidas estandarizada -0,25 [95% CL -0,5—0,001],
p=0,049), mientras de que no fue observado ningún efecto sobre la aldosterona
sérica [(n=3 ensayos; con diferencia de medias estandarizada de -0,79 (-1,97 a
+0,39)] o de la angiotensina II (n=3 ensayos, la diferencia de medias
estandarizadas -0,16 (0,61 a + 0,30). Las reducciones significativas en la
presión arterial sistólica -5.65 mm Hg (-8,12 a – 3,17) y la presión arterial
diastólica -3,64 mm HG fue observada (-5,4 a la -1,91) tras una práctica de
ejercicios.
No se encontró alguna relación entre la
variación neta en la actividad de renina plasmática y los cambios netos en la
presión arterial (P>0,05).
Para concluir, aun cuando se observó una
reducción significativa en la actividad de la renina plasmática después de la
práctica de ejercicios, esta no estaba relacionada con la reducción de la
presión arterial observada. Dado el pequeño número de estudios y muestras,
todas de pequeño tamaño se requieren mayores estudios aleatorios controlados
para confirmar nuestros resultados y para investigar el potencial papel de la
RAAS en las mejoras observadas en la presión arterial que siguieron a la práctica
del ejercicio.
El trabajo completo de Karla Goessler,
Marcos Polito y Véronique Ann Cornelissen se encuentra en Hypertension Research
de Nature Investigación de la Hipertensión 39 119-126 (marzo 2016) DOI:10.1038/hr.2015.100
Fuente: Hypertension Research
Traducción libre del inglés por Soca
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