jueves, 28 de enero de 2016

30 AÑOS CONMEMORA LA “VOYAGER 2” DE SU VISITA A URANO

 Imagen de Urano obtenida por  la Nave Espacial Voyager 2 el 24 de enero de 1986, Crédito: NASA / JPL-Caltech
  
El 24 de enero de 1986, la Nave Espacial “Voyager 2” observó un planeta de color azulado con sutiles características,  especialmente que le rodeaba una capa de neblina que ocultaba la mayor parte de las nubes las cuales impedían una buena vista del planeta.
Solo una  vez una Nave Espacial  de la humanidad, ha visitado a Urano, logrando imágenes impresionantes del planeta y de sus lunas durante el sobrevuelo, efectuado a unos 81.500 kilómetros  de la superficie durante un periodo de 5,5 horas.
Ed Stone, científico del proyecto para la Misión Voyager del Instituto de Tecnología de California, en Pasadena, cargo que desempeña desde  1972, ha dicho: “Sabíamos que Urano sería diferente porque está inclinado hacia un lado por lo cual esperábamos sorpresas”.

Urano se reveló como un planeta muy frío entre  todos los planetas conocidos del sistema solar, a pesar de no ser el más alejado de nuestra estrella; esto se debe a que no tiene ninguna fuente de calor interna.
Los científicos lograron determinar que la atmósfera de Urano tiene un 85% de Hidrógeno y un 15% de Helio; también lograron probar la existencia de un océano hirviente superior a 800 kilómetros por debajo de las nubes. También han encontrado que Urano tiene un campo magnético diferente a cualquier otro campo magnético encontrado previamente. En los planetas Mercurio, Tierra, Júpiter y Saturno el campo magnético se alinea aproximadamente con el eje de rotación.
Stone ha comentado: “Luego de que llegamos a Urano y vimos que los polos estaban más cerca de la línea ecuatorial, Neptuno resultó ser similar. El campo magnético no estaba muy centrado con el centro del planeta”.
El campo magnético de Urano resultó ser más fuerte que el de Saturno. Los datos enviados por la Nave Espacial Voyager 2, han ayudado a los científicos a determinar que la cola magnética parecida a una hélice y que es provocada por los giros de Urano, se extiende 10.000.000 de kilómetros en dirección que apunta lejos del Sol.

Comprender cómo los campos magnéticos planetarios interactúan con el Sol, es una parte clave de la meta  que se ha propuesto la NASA, para comprender la naturaleza del espacio. No solo el estudio de la relación Sol-Planeta proporciona información útil para los viajes espaciales, también logra  arrojar luz sobre los orígenes de los planetas y su potencial posibilidad de albergar vida.

También el Voyager 2 descubrió 10 nuevas lunas, totalizando un total de 27 y dos nuevos anillos, lo que ha  resultado fascinante. Una helada luna, Miranda,  ha revelado un peculiar y variado paisaje, que es la evidencia de la actividad geológica activa en el pasado. Este pequeño objeto que tiene un diámetro de sólo 500 kilómetros, muestra unos gigantescos cañones que podrían ser hasta 12 veces más profundos que el Gran Cañón en Arizona. Miranda también tiene tres características únicas llamadas “coronas”, que son  ligeras colecciones de cráteres de crestas y valles. Los científicos creen que está luna podría haber sido destrozada y luego vuelto a montar.
Los planificadores de la Misión   diseñaron encuentros del Voyager 2 con Urano, con el propósito  de que la Nave Espacial recibiera una asistencia gravitatoria del planeta que le permitiera ayudarlo a llegar a Neptuno; lo que se logró en el año 1989 cuando la Voyager 2 añadió a su hoja de vida, el encuentro por primera vez con Neptuno.
 
Enlace al vídeo Voyager 2 y Urano

La Nave Espacial Voyager 2, ha hecho recordar que se han cumplido 30 años de su visita al Planeta Urano; y luego de visitar Neptuno, sigue su viaje hacia el espacio Interestelar, al igual que su gemela la Nave Espacial Voyager 1, que en la actualidad se encuentra en el espacio interestelar, más allá de la influencia del sol por cuanto se encuentra un poco más de 20 mil millones de kilómetros del Sol (133.9 UA); se dirige hacia una estrella enana roja  que se encuentra a 16 años luz, denominada +79 3888AC de la Constelación Camelopárdalis, tardando alrededor 40.000 años en pasar a 1,6 años luz de la estrella.

La Nave Espacial Voyager 2 se encuentra a unos 16.490 millones de kilómetros del Sol (110,24 UA); una vez que salga de su influencia y entre al espacio interestelar se dirigirá  hacia la estrella Sirio  de la Constelación del Can Mayor a donde llegará, después de más de 296.000 años  de viaje, a 1,6 años luz de Sirio,

Ambas Naves Estelares, las primeras y únicas naves fabricadas por los seres humanos que viajan a donde nadie ha llegado antes, llevan un mensaje alienígena terrícola, es un disco de oro que lleva grabados los “Sonidos de la Tierra”. El disco fue diseñado por Carl Sagan y su equipo; contiene imágenes y voces de nuestro pequeño planeta Tierra, que orbita una pequeña estrella enana  llamada Sol, de un sistema ubicado casi en la parte exterior de un brazo de la Galaxia que hemos bautizado La Vía Láctea, y a 30.000 años luz de su centro.

Las Naves Estelares Voyager 1 y Voyager 2 fueron lanzadas con una diferencia de 16 días entre septiembre y octubre de 1977 (hace 39 años); fueron construidas por el JPL.
Fuente: JPL-Caltech / NASA / 

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