viernes, 3 de octubre de 2014

"REBOTE FORBUSH” – Y LAS TORMENTAS SOLARES


Imagen: Un destello de radiación UV de la llamarada ioniza la parte superior de la atmósfera terrestre, provocando breves  perturbaciones   en la propagación normal de las señales de radio de onda corta y VLE en el lado diurno de la Tierra. El grupo de manchas solares se encuentran en la extremidad occidental del Sol y no afectaran a la Tierra.   Crédito SDO/AIA  - 02.10.2014 – 19:44 UT

Después de la caída a mediados de septiembre pasado, causada por las fuertes tormentas solares que no habían visto en años, la radiación en la estratósfera de la Tierra se está normalizando.

La situación comenzó el día 12 de septiembre de 2014, cuando una CME golpeó  la Tierra, desatando una tormenta geomagnética de clase G3.
Una tormenta magnética G3 esta catalogada de fuerte, por cuanto puede provocar una navegación intermitente por satélite (GPS), problemas de baja frecuencia en la navegación por radio, la radio HF puede ser intermitente, existir tensión  en los sistemas de energía que obligue a corregirlos, etc.
Crédito: Space Weather

Aparte de estos efectos, también pueden tener efectos biológicos en los seres humanos, los cuales raramente se mencionan en los estudios. La Revista New Scientist en el año 1998 publico que existen consecuencias directas entre las tormentas solares y los efectos biológicos en los seres humanos.
Las partículas energéticas que arroja el Sol  durante una tormenta solar, provocan perturbaciones en el campo magnético terrestre los cuales pueden penetrar en el cuerpo humano provocando malestares a nivel físico y mental. En caso de haber enfermedades, estas se agudizan.
Entre ellas  se pueden contar el nerviosismo, ansiedad, inestabilidad, temblores, irritabilidad, letargia, agotamiento, palpitaciones, problemas de memoria en el corto plazo, náuseas, dolor de cabeza, intranquilidad, mareos, cambios de humor y sentimiento. En resumen, el cuerpo humano esta físicamente, mentalmente y emocionalmente alterado debido a las cargas electromagnéticas procedentes del Sol, pudiendo sentir sueño como también sentirse altamente energizado.

El evento fue provocado por una llamarada solar clasificada como M4.5 (moderada) de larga duración que se produjo en el Sol el 09 de septiembre, golpeando el campo magnético de la Tierra en la madrugada del viernes 12 de septiembre, el golpe produjo en el campo magnético una tormenta magnética G2 que se sintió con mayor intensidad en latitudes altas.


Posteriormente la CME que produjo la llamarada solar X1.6 (severa) llegó a final del día 12 y comienzo del sábado 13 de septiembre como una tormenta magnética G3 (Fuerte), provocando una intensa actividad geomagnética el día 14.
Cuando los estudiantes de la tierra al cielo Cálculo lanzaron un sensor de radiación hacia la tormenta, ellos esperaban medir un  aumento de partículas energéticas, en su lugar, en vez de registrar  un incremento,  encontraron que midieron menos. El CME había barrido muchos de los rayos cósmicos de recibe  la Tierra a su alrededor, provocando que  la radiación dejara de caer.
El 28 de septiembre los estudiantes repitieron el experimento, descubrieron que los niveles de radiación había vuelto a los valores de una pre-tormenta.
La caída de la radiación se denomina “Reducción de Forbush” en honor al físico del siglo XX Scott Forbush, quien la describió por primera vez, la cual provoca  un rebote,  situación que se le llama “rebote Forbush”

De acuerdo a los datos obtenidos, el rebote duró menos de 2 semanas, motivo a considerar  por  los estudiantes de  La Tierra .al Cielo  preparándose a lanzar en su oportunidad globos con cadencia más rápida a fin  de medir un mejor tiempo de respuesta de la estratósfera

Enlace al vídeo (El Sol el 02.oct.2014)
El Sol emite una llamarada solar de nivel medio, con un pico a las 3:01 pm EDT del 02 de octubre de 2014 la imagen fue obtenida por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, que mira el sol las 24 horas del día, capturó imágenes de la antorcha. Las llamaradas solares son explosiones de gran alcance de la radiación. Las radiaciones nocivas de una llamarada no puede pasar a través de la atmósfera de la Tierra para afectar físicamente los seres humanos sobre el terreno, sin embargo - cuando son lo suficientemente intensas - que pueden perturbar la atmósfera en la capa donde viajan las señales de GPS y las comunicaciones. Esta llamarada se clasifica como una llamarada M7.3. Llamaradas de clase M son una décima parte tan poderoso como las erupciones más poderosas, que se designan llamaradas de clase X. Crédito: NASA Goddard

Fuente: Space Weather / NOAA / Radio de Alta Frecuencia 

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