Este mapa muestra la ubicación de un objeto formado por una
nube de hidrógeno y estrellas recién nacidas llamado Gum 41, en la gran Constelación
austral de Centauro. La mayor parte de las estrellas que vemos en el mapa
pueden distinguirse a ojo en una noche oscura y la ubicación de la propia
nebulosa se marca con un círculo rojo. Este objeto forma parte de otro aún
mayor: la Nebulosa Lambda Centauri. Gum 41 es muy débil y se
descubrió en imágenes fotográficas a mediados del siglo XX.. Crédito: ESO /
IAU and Sky & Telescope
Esta
zona del cielo austral, en la
Constelación del Centauro, alberga numerosas
nebulosas brillantes, cada una de ellas asociada a estrellas calientes recién
nacidas formadas a partir de nubes de hidrógeno. La intensa radiación de las
estrellas recién nacidas excita los restos de hidrógeno del entorno, haciendo
que el gas brille en tonos rojizos, típicos de zonas de formación estelar.
Otro
famoso ejemplo de este fenómeno es la Nebulosa de la Laguna (eso0936),
una enorme nube que refulge en tonos escarlata muy similares.
La
nebulosa de esta imagen se encuentra a unos 7.300 años luz de la Tierra. El astrónomo
australiano Colin Gum la descubrió analizando fotografías tomadas desde el
Observatorio de Monte Stromlo, cerca de Canberra, y la incluyó en su catálogo
de 84 nebulosas de emisión, publicado en 1955. Gum falleció en Suiza
en 1960, con tan sólo 36 años, en un trágico accidente de esquí.
Esta nueva imagen, obtenida desde
el Observatorio La Silla
de ESO, en Chile, nos muestra una nube de hidrógeno llamada Gum 41. En
el centro de esta poco conocida nebulosa vemos cómo las estrellas jóvenes
calientes lanzan su energética radiación, haciendo que el hidrógeno de su
entorno brille con esa característica tonalidad rojiza.Crédito: ESO
Gum 41 es, en realidad, una
pequeña parte de una estructura mayor llamada Nebulosa de Lambda Centauri, también conocida con el exótico nombre
de Nebulosa del Pollo Corredor (esta
otra nebulosa fue el tema abordado en la nota de eso1135).
En esta imagen de Gum
41, las nubes parecen ser bastante gruesas y brillantes, pero es una apariencia
engañosa. Si un hipotético viajero humano pudiese llegar hasta esta nebulosa y
atravesarla, es muy probable que no la percibiera — incluso en espacios
reducidos — porque es demasiado débil para que el ojo humano pueda detectarla.
Esto ayuda a explicar por qué este enorme objeto ha tenido que esperar hasta
mediados del siglo XX para ser descubierto: su luz se expande débilmente y el
resplandor rojizo no puede detectarse adecuadamente en el rango óptico.
Este nuevo retrato de GUM 41 - probablemente es uno de los mejores hasta ahora realizados de un objeto exclusivo - fue creado utilizando datos obtenidos por el instrumento WFI (Wide Field Imagen) instalado en el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, ubicado en el Observatorio La Silla, en Chile. Es una combinación de imágenes tomadas con filtro azul,verde y rojo; mezclados a su vez con una imagen tomada utilizando un filtro especial, diseñado para captar el brillo rojizo del hidrógeno.
Fuente: ESO 1413es 16.04.2014
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