Definición: Partículas elementales sin masa, eléctricamente neutras, que responden a la fuerza nuclear débil pero no a la fuerza nuclear fuerte ni a las fuerzas electromagnéticas.
En el centro de una estrella, nacen de la conversión de hidrógeno en helio, produciendo una luminosidad de tipo fantasmal.
Los neutrinos no son fotones, no son un tipo de luz, tienen el mismo momento angular intrínseco o espín de los protones, los electrones y los neutrones; pertenecen a la familia de los Leptones.
La hipótesis de la constitución del núcleo por protones y neutrones no está en contradicción con el fenómeno de la radioactividad. Toda vez que hay razones por las cuales el electrón no puede existir dentro del núcleo, debe deducirse que en la radioactividad beta el electrón se crea en el acto de su emisión, la cual se considera como el resultado de la formación de un neutrón en un protón, con producción de un electrón y una nueva partícula denominada neutrino. El nombre proviene de Enrico Fermi, quién aprovechando la aparente inocuidad de esta partícula elemental, utilizó para él identificarla el diminutivo del neutrón, el italianismo “neutrino”.
Los neutrinos emitidos abundantemente por las estrellas, son partículas subatómicas mejor conocidas por sus características negativas, no tienen carga, no interactúan fácilmente con la materia, y ha sido tan difícil detectar su masa que la creencia dominante en el mundo científico fue que no poseían ninguna. Pero la pregunta obligada es: ¿dónde nacen?
Para responder a esta interrogante nos remontaremos al origen o nacimiento de las estrellas. Se considera que una estrella nace en el momento en que su temperatura central llega a 10 millones de grados, desencadenando reacciones nucleares que transforman el hidrógeno en helio. Las estrellas, nuestro Sol entre ellas, son gigantescas plantas termonucleares de fusión autorregulada por su propia gravedad; el combustible es el hidrógeno y su fusión en helio le permite a la estrella vivir mucho tiempo, el cual depende de la cantidad de combustibles (la masa) y la velocidad a la cual lo gasta (la luminosidad); hay buenas razones para afirmar que las estrellas se forman por contracción gravitacional de nubes interestelares, que contiene gas y polvo, y que por un estímulo externo pueden condensarse en estrellas.
La conversión del hidrógeno en helio en el centro de una estrella, no sólo explica su brillo con fotones de luz visible, también produce un resplandor de tipo misterioso y fantasmal, la estrella ...
Continuará (si hay interés)
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