La próxima generación de lentes de contacto aborda problemas actuales
como ojos secos y con picazón.
Tienes dificultades para ver hermosos
paisajes en el horizonte lejano? ¿O simplemente le gustaría cambiar el
color de sus ojos de azul a verde? Las lentes de contacto pueden ser la
respuesta que estás buscando.
El inventor italiano Leonardo da
Vinci (1452-1519) experimentó con la posibilidad de alterar la
óptica del ojo humano poniendo agua directamente en
contacto con la córnea. Sin embargo, debemos esperar más de 400 años antes
de las lentes de contacto, ya que sabemos que hicieron su próxima aparición.
Todavía es controvertido quién
informó por primera vez el uso de lentes de contacto, pero parece que las
primeras muestras aparecieron entre 1887 y 1888.
En ese momento, incluso Sir
Arthur Conan Doyle encontró fascinantes las lentes de contacto, hasta el punto
de decidir que se usaran. por su personaje, el detective privado Sherlock
Holmes, en algunos de sus disfraces.
Incompletos, pesados y (peligrosamente) hechos de
vidrio en su estado inicial, los contactos hicieron la transición a través de
opciones de poli (metacrilato de metilo) no porosas y duras y finalmente hacia
alternativas más suaves hechas de hidrogel de silicona. Desde su primera
aparición hasta ahora, las lentes de contacto han recorrido un largo camino, volviéndose
más prácticas y cómodas y desarrollando nuevas funcionalidades.
En este sentido, la tecnología nos ha
ayudado una vez más a dar un paso adelante. Probablemente todos hemos
escuchado sobre las lentes de contacto inteligentes, que se hicieron populares
después del anuncio de Google en 2014 . Aquí,
el término "inteligente" se refiere a dispositivos portátiles que no
solo corrigen defectos de visión, sino que también son capaces de detectar y
monitorear parámetros específicos, como la presión intraocular, el movimiento
de los ojos o incluso el nivel de glucosa en las lágrimas.
Sin embargo, a pesar del progreso
realizado en los últimos 20 años, todavía hay algunas limitaciones que
superar. Aquellos de ustedes que usan regularmente lentes de contacto
probablemente han experimentado el "síndrome del ojo seco"
al menos una vez. Por lo general, se manifiesta con diferentes síntomas,
como sensación de ardor, picazón, ojos pesados y fatigados, visión borrosa,
etc., y puede ser causada por una mala lubricación y falta de humedad en la superficie
del ojo.
Cuando es causado por el uso de
lentes de contacto, el "síndrome del ojo seco" se atribuye a una
evaporación de humedad más rápida a través de la lente con respecto a la
película lagrimal normal. Este fenómeno deja el ojo parcialmente seco, lo
que provoca molestias o, en el peor de los casos, incluso heridas e inflamaciones
corneales.
A pesar de esta limitación conocida, hasta ahora solo se han
hecho algunos intentos para mejorar la retención de agua en las lentes de
contacto. Ahora, el profesor Matsuhiko Nishizawa y sus compañeros de
trabajo en la Universidad de Tohoku en Japón se han esforzado por encontrar una
solución.
En su artículo publicado
recientemente en Advanced Materials Technologies, el
grupo ha informado de una solución original al proponer una lente de contacto
blanda con un efecto anti-deshidratación debido a un flujo electroosmótico
inducido (EOF), es decir, un movimiento de solvente convectivo generado por un
voltaje.
Un voltaje en
hidrogel fijo cargado genera la electromigración de los aniones contrarios, lo
que induce un flujo neto de agua que preserva la humedad.
En particular, el
equipo ha desarrollado y optimizado un hidrogel de carga fija como medio del
flujo de EOF. Este material fue sintetizado por la copolimerización de
tres monómeros diferentes: Metacrilato de 2-hidroxietilo (HEMA), metacrilato de
metilo (MMA) y ácido metacrílico (MA), mientras que el voltaje fue generado por
una batería biocompatible (batería de Mg/O2 y fructosa/O2 batería enzimática), directamente montado en
la lente de contacto.
El voltaje provoca la
electromigración de los iones contrarios dominantes sobre las cargas fijas del
hidrogel y produce un flujo neto de agua, lo que induce un efecto de
autohumectación.
Una solución interesante para
prevenir el "síndrome del ojo seco", pero aún quedan algunos desafíos
y los autores tienen nuevos objetivos en mente. Los esfuerzos futuros se
centrarán en desarrollar nuevos hidrogeles capaces de operar a una corriente
más pequeña. Además, los autores también sugieren que un nuevo diseño del
material usando una combinación de hidrogeles cargados y no cargados podría
permitir el control del área humectada, mejorando aún más la efectividad del
efecto anti-deshidratación.
Este trabajo podría sentar las bases
para una nueva generación de lentes de contacto y quizás abrir el camino a
nuevas aplicaciones, como la administración de medicamentos en
oftalmología. Según Nishizawa: "En la actualidad, las lentes de
contacto causan sequedad ocular, pero en el futuro puede ser necesario usar
lentes de contacto para evitarlo. Todavía no sabemos cuál será el
futuro de las lentes de contacto inteligentes, pero esperamos mucho".
¡Míralos y mantén los ojos abiertos!
Artículo de investigación encontrado
en: S. Kusama, K. Sato, S. Yoshida, M. Nishizawa, Advanced Materials
Technologies, 2019 en:
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