Los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas apuntan a abordar
los principales problemas mundiales que afectan a los ricos, los ingresos
medios y los pobres en los países en desarrollo y desarrollados, es decir,
todos nosotros, para el año 2030.
Los 17 ODS
en conjunto abordar la pobreza, el hambre, la desigualdad, el cambio climático,
la destrucción del medio ambiente, las violaciones de los derechos humanos y
otras amenazas persistentes para el planeta y sus habitantes.
Todos
estos son objetivos nobles, pero son complejos y están entrelazados. ¿Cómo
los cumplimos exactamente todos, y mucho menos en la próxima década?
Los ODS se
dividen en objetivos definidos y tangibles, y se dan sugerencias sobre cómo las
personas de todos los orígenes pueden hacer su parte para apoyar cada
objetivo. Además, el progreso en un SDG puede tener un efecto directo o
indirecto en otro: es esta sinergia la que impulsa el avance general. Por
ejemplo, mayores niveles de educación (ODS 4) proporcionan las habilidades y el
conocimiento para ayudar a reducir las tasas de desempleo (ODS 8) y la pobreza
(ODS 1). A su vez, esto lleva a una economía más próspera.
El tercer
objetivo ( SDG3 )
tiene como objetivo promover la “buena
salud y bienestar”. Esto implica aumentar la esperanza de vida al
reducir la incidencia de muertes maternas e infantiles, así como a muertes
prematuras por enfermedades transmisibles como el SIDA, la tuberculosis, la
malaria y hepatitis y enfermedades no transmisibles como el cáncer,
enfermedades del corazón y diabetes.
En un
ensayo sobre Desafíos globales, el Dr. Marlon E. Cerf, del Consejo de
Investigación Médica de Sudáfrica, aplica un marco general
de implementación de SDG para la
cobertura universal de salud (UHC). Aproximadamente mil
millones de personas actualmente no tienen acceso a una atención médica
adecuada, por lo que es una prioridad clave de SDG 3.
Un marco de implementación SDG de
cinco pasos
La atención médica universal encarna la ética de que todos
los ciudadanos tienen derecho a acceder a servicios de salud de calidad sin
estar sujetos a riesgos financieros graves; los gastos de salud deben
basarse en el estado socioeconómico para garantizar que las personas de bajos
ingresos no tengan una carga desproporcionada en relación con sus contrapartes
más ricas. Además, la promoción y prevención de la salud es el foco sobre
el tratamiento.
Para
implementar con éxito la cobertura universal de salud, Cerf propone que se
prioricen las enfermedades que representan la mayor carga para los ciudadanos
dentro de un país, junto con aquellas regiones que tienen una población de
pacientes alta pero que carecen de recursos. El desarrollo de grupos de
trabajo regionales y nacionales que informen a un grupo de trabajo continental
más grande también facilitará el avance de la meta. Los logros nacionales
hacia la cobertura universal de salud deben estandarizarse regionalmente y
adaptarse de forma mínima a cada país para promover la reproducibilidad.
La
adopción del marco de implementación de los ODS ayudará a avanzar la cobertura
universal de salud en los países de ingresos bajos y medianos en particular,
donde las dificultades debido a la falta de infraestructura y financiamiento
son factores importantes. El éxito en este esfuerzo contribuirá al avance
de otros ODS y nos acercará al objetivo final de la misión: Construir un
mundo mejor para la humanidad.
Traducción libre de Soca
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