Colectivamente, el mundo está más estresado,
preocupado, triste y dolorido de lo que nunca antes se había visto.
Una encuesta global refleja que el índice de
emociones negativas alcanza niveles récord en la historia humana reciente,
debido al agravamiento de los problemas mundiales
Las
emociones humanas se deterioran a medida que progresa la crisis global: 2017 se
ha convertido en el año en el que el estrés y la tristeza han escalado hasta lo
más alto en los estados de ánimo de la población mundial.
Lo ha establecido el Gallup 2018 Global Emotions Report, según el cual, aunque las experiencias positivas se mantienen estables (en torno al 70% de la población), muchas más personas están en la actualidad más estresadas, inquietas y tristes que en 2015.
Lo ha establecido el Gallup 2018 Global Emotions Report, según el cual, aunque las experiencias positivas se mantienen estables (en torno al 70% de la población), muchas más personas están en la actualidad más estresadas, inquietas y tristes que en 2015.
“Es la primera vez que el índice de emociones negativas se sitúa en un nivel tan alto”, señala Mohamed S. Younis, en la presentación del informe. Y añade: “Colectivamente, el mundo está más estresado, preocupado, triste y dolorido de lo que nunca antes se había visto.”
Esta progresión del pesimismo y la tristeza en la población humana se corresponde con las grandes tendencias globales que han marcado la historia en los últimos años: El imparable calentamiento global, la crisis mundial de los refugiados, la extensión del terrorismo y la guerra, las crecientes desigualdades sociales, la crisis de los modelos políticos…
Todos estos episodios están llevando a la población humana a considerar que el mundo que vivimos es cada vez menos estable y más peligroso, sin que al mismo tiempo aparezcan en el horizonte ideas renovadoras capaces de hacer bascular el pesimismo global hacia la esperanza y la confianza en el futuro. La desesperanza crece incluso en las sociedades más estables.
Emociones negativas
La encuesta
se realizó en 2017 y preguntó a más de 154.000 personas de 145 países sobre sus
estados emocionales.
Debían
pronunciarse sobre si habían tenido experiencias negativas el día anterior al
de la encuesta, clasificadas de la siguiente forma: dolor físico, preocupación,
tristeza, estrés o ira.
El 38% de
los encuestados manifestó que se sentía muy preocupado, el 37% estresado, el
31% que había experimentado un dolor físico, un 23% que se sentía triste y
enojado un 20%.
En conjunto, los índices de preocupación y estrés aumentaron un dos por ciento en relación a la anterior encuesta. La encuesta también puso de manifiesto que, después del estrés y la preocupación, la tristeza y el dolor físico son las siguientes clasificadas: han aumentado un 1% en relación a la anterior encuesta global. Sin embargo, la cólera se mantiene estable a pesar de la agudización de la crisis global.
Con estos datos, Gallup elaboró el Índice de Experiencias Negativas, que refleja una escalada de estas experiencias. Este índice ha pasado de obtener 24 puntos en 2006 hasta llegar a los 30 puntos en 2017, lo que convierte a este año en el más deplorable de la última década.
Repercusión geográfica
Las emociones negativas también tienen una
desigual distribución geográfica: la mayor concentración emerge en la República
Centroafricana (RC), que desplaza a Irak del primer puesto que ocupó en la
anterior encuesta.
En RC, 3 personas de cada 4 expresaron haber sufrido dolores físicos y una gran inquietud la víspera de la encuesta, lo que representa el índice más alto de desesperación humana jamás registrado. Hay que tener en cuenta que República Centroafricana es uno de los países más pobres de África y que figura asimismo entre los diez países más pobres del mundo.
Sin embargo, donde más ha crecido el índice de emociones negativas en todo el mundo es en al África Subsahariana, que pasó de ocupar el puesto 20 en 2010 a escalar hasta el 34 en 2017, sólo superado por la región del Medio Oriente y norte de África.
Experiencias positivas
Los encuestados debían pronunciarse también
sobre las emociones positivas, clasificadas en cinco categorías: si habían
descansado bien el día anterior, si habían sido tratados con respeto, si habían
sonreído, si habían aprendido algo interesante y si habían disfrutado o tenido
una experiencia positiva.
El 70% respondió que el día anterior lo habían pasado bien, sonreído, había sido bien tratado y con respeto. Menos de la mitad especificó que aprendió algo o tuvo una experiencia positiva.
En consecuencia, el Índice de Experiencias Positivas se mantiene estable desde 2006 (68) y 2017 (69), si bien ha decaído algo desde 2015, cuando este índice alcanzó su máximo: 71 puntos. Paraguay en Latinoamérica encabeza el índice de experiencias positivas (85 puntos), mientras que Canadá en América del Norte e Islandia en Europa destacan también con 81 puntos. Afganistán, con 48 puntos, está a la cola.
Gallup ha podido establecer, asimismo, analizando las respuestas positivas a las dos encuestas sobre experiencias negativas y positivas, que RC, Perú y Sierra Leona son los países en los que las emociones (ambas) son más intensas en la población.
Fuente:Tendencias21 – Tendencias Sociales –
18.septiembre.2018 / Referencia 2018 Global
Emotions. Gallup2018
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