jueves, 10 de mayo de 2018

FÍSICOS CHILENOS HABRÍAN DETERMINADO LA RELACIÓN ENTRE EL MAGNETISMO TERRESTRE Y LOS MOVIMIENTOS TELÚRICOS



Un grupo de científicos del Departamento de Física de la Universidad de Chile, ha publicado en la Revista Annales Geophysicae los resultados de su investigación donde aseguran que existiría una estrecha relación entre el campo magnético terrestre y la ocurrencia de sismos.
Pronosticar dónde y cuándo ocurrirá un terremoto, sería clave para la población.
Enrique Cordaro, líder del equipo, explica: “Por primera vez estamos ante un modelo que puede predecir movimientos telúricos algo que desde la sismología que ha estudiado el movimiento de las placas tectónicas no se había podido lograr. Es la Tierra la que dice cómo el fenómeno baja el campo magnético y empieza a temblar”.

El esquema se basa en la relación que existe entre la brusca caída del campo electromagnético del planeta – que es la capa que nos protege contra las radiaciones del espacio – y los recientes terremotos ocurridos en Indonesia (2004), Chile (2010) y Japón (2011).

Al acomodarse las placas tectónicas se generan unas ondas de frecuencia determinada, las que se trasladan a través de la superficie terrestre y luego disminuyen drásticamente.
Luego, entre 30 y 45 días después del cese de las ondulaciones ocurre un terremoto. Así sucedió en el 27/F, indican las conclusiones de esta investigación. Es decir, la ciencia podría predecir un cataclismo aproximadamente con un mes de anticipación, en una fecha estimativa, con margen de error de unos días.

Esta relación, detallada en el artículo titulado “Tasa de variación latitudinal de la rigidez del corte geomagnético en el margen convergente activo en Chile”, la descubrieron por casualidad, pues el foco estaba en la medición de la llamada anomalía magnética del Atlántico, que consiste en un debilitamiento de este campo de fuerza. “Cuando investigábamos me acordé de las placas terrestres y dije, esto es igual que tomar una colcha y agitarla, tiene que haber ondas”, expresa el investigador, experto en radiación cósmica.

Los investigadores determinaron que el campo magnético tuvo un comportamiento que se repite en terremotos específicos, como los de Maule 2010, Sumatra 2004 y Tohoku (Japón) del 2011.

Junto a su equipo,  se preguntaron si lo observado en el terremoto de Maule (8,8 Richter) correspondía a una eventualidad. Así que analizaron también el mega sino de Tohoku (Japón) y el de Sumatra (Indonesia), ciudades ubicadas en placas tectónicas diferentes, y el modelo científico resultó idéntico.

Enrique Cordaro cuenta que estas conclusiones causaron entusiasmo en otro equipo de investigadores que estaban midiendo las mismas ondas usando satélites, cuyos datos calzaban con los recogidos por los chilenos desde la superficie terrestre.
“Este es un primer paso, en cinco años más podríamos tener un modelo predictor completo. Para esto es necesario continuar con esta investigación, sumando la información de los otros sismos ocurridos en Chile en el pasado reciente:  Iquique en 2014 (8,2 Richter) e Illapel en 2015 (8,3Richter)”, explica el físico.

El Paper denominado “Latitudinal variation rate of geomagnetic cutoff rigidity in the active Chilean convergent margin ("Tasa de variación latitudinal de la rigidez del corte geomagnético en el margen convergente activo de Chile"), fue redactado por el profesor Enrique Cordaro y los investigadores Patricio Venegas, de la Universidad de Chile, y David Laroze de la Universidad de Tarapacá. 
Este grupo de científicos, ha analizado el fenómeno desde la física, encontrando datos y evidencias que podrían permitir anunciar en forma estimativa la ocurrencia de estos sismos.
Fuente: CONICYT  09. mayo.2018 / U.de Chile - David Azócar Comunicaciones CATA

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