Este es un "agujero coronal", una región
donde el campo magnético del sol se abre y permite que escape el viento solar. Los
agujeros coronales aparecen, en varias formas, varias veces al mes. Este agujero coronal es inusualmente amplio, se extiende más de 800,000 km a través del sol.
Un agujero similar a un cañón se ha abierto en la atmósfera
del sol, y está arrojando una amplia corriente de viento solar hacia la Tierra. El Observatorio de Dinámica
Solar de la NASA está monitoreando la estructura.
Los pronosticadores de NOAA dicen que hay un 55% de
posibilidades de tormentas geomagnéticas clase G1 cuando llegue la corriente de
viento solar el 14 o 15 de marzo.
Las tormentas clase G1 son relativamente menores y tienen
poco efecto en los satélites y las redes eléctricas mundiales.
Sin embargo, pueden desorientar a los animales que migran
usando señales magnéticas en latitudes altas y generalmente provocan auroras
brillantes alrededor del Círculo Polar Ártico.
Coincidencia tal vez, pero el Equinoccio de otoño en el hemisferio
sur, el cual será a las 16:14 UTC del 20 de marzo de 2018 (13:14
Hora Chile continental /11:14 Chile hora insular), está coincidiendo con las
aperturas de grietas en el Campo Magnético de
la Tierra.
Los investigadores saben
desde hace tiempo, que durante las semanas del alrededor del equinoccio
de primavera en el hemisferio norte (otoño en el hemisferio sur), se forman
fisuras en la magnetosfera de la Tierra; motivo por el cual, el viento
solar puede verterse a través de estas brechas alimentando así brillantes
pantallas de luces en el ártico.
Ocurrió el 09 de marzo, “El cielo explotó en auroras” dice
Kristin Berg quien logro fotografiarlas desde Tromsa en Noruega.
Este evento tiene por nombre " efecto Russell-McPherron ", nombrado así por los investigadores que lo explicaron por
primera vez.
Las grietas son abiertas por el viento solar en sí. Los campos magnéticos que apuntan al sur dentro del viento solar se oponen al campo magnético que apunta
hacia el norte de la Tierra. Los dos, N vs. S, se cancelan parcialmente
entre sí, debilitando las defensas magnéticas de nuestro planeta. Esta
cancelación puede ocurrir en cualquier época del año, pero ocurre con mayor
efecto alrededor de los equinoccios.
De hecho, un estudio de 75 años muestra que marzo es el mes más geomagnéticamente activo del año,
seguido de cerca por septiembre-octubre, un resultado directo de "grietas equinocciales".
La NASA y la nave espacial europea han estado detectando grietas durante años. Las pequeños son del tamaño de
California, y muchos son más anchas que todo el planeta.
Mientras que las grietas están abiertas, los campos magnéticos en la
Tierra están conectados a los del Sol. Teóricamente, sería posible elegir
una línea de campo magnético en tierra firme y seguirla hasta la superficie
solar. Sin embargo, no hay peligro para las personas en la Tierra, porque
nuestra atmósfera nos protege, interceptando la lluvia de partículas. El
resplandor de esta acción de protección se llama "aurora
boreal".
Fuente: SpaceWeather
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