Animación de Oumuamua cruzando el sistema Solar
Este
otoño, la galaxia visitó el Sistema Solar a través de un objeto de forma
alargada que los astrónomos con sede en Hawái bautizaron “Oumuamua”.
El
emisario interestelar de origen desconocido fue descubierto en octubre,
mientras se movía por el Sistema Solar a unos 17.000 kilómetros por hora.
Oumuamua
(o-mu-a-mu-a), que quiere decir “mensajero” o “centinela” en hawaiano, no
estuvo aquí por mucho tiempo.
El
19 de octubre fue avistado por primera vez cerca de la Constelación de Lyra, a
unos 32 millones de kilómetros de la Tierra, y para mayo del año 2018 estará
por Júpiter, en dirección hacia afuera del Sistema Solar.
Ante
el descubrimiento del asteroide, astrónomos de todo el mundo se apuraron para
tratar de avistarlo con telescopios. Los integrantes del Instituto SETI,
dedicado al estudio
de posible inteligencia extraterrestre, se pusieron a buscar posibles
señales de vida alienígena.
Por
ahora, sin embargo, eso es solo un deseo de ciencia ficción.
“Nuestras observaciones son
enteramente consistentes con que esto es un objeto natural”, dijo Karen Meech,
integrante del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái y líder de la
colaboración internacional que descubrió Oumuamua con el telescopio Pan-STARRS
1.
El
equipo de la Dra. Meech acaba de publicar el primer reporte de sus
observaciones en la revista Nature. El artículo
describe al visitante interestelar como algo familiar y alienígena a la vez.
“No se ve nada así en nuestro sistema
solar”,
dijo Meech.
Dado
su color y otras aparentes propiedades, Oumuamua se parece a los asteroides que
ya conocemos y que tememos que un día puedan estrellarse contra la Tierra y
destruir la civilización humana.
Sin
embargo, su forma es extraña. Es muy
alargado, casi diez veces más largo que ancho.
Aunque
el objeto misterioso ya casi deja nuestro sistema, es probable que haya miles
como él que no hayan sido detectados, dicen los científicos.
Los astrónomos han predicho desde hace mucho tiempo que es probable que haya restos interestelares que invadan el Sistema Solar de vez en cuando, como pedazos de hielo de discos de planetas lejanos.
Estos
objetos se manifestarían como cometas a medida que se acercan al Sol, al
vaporizarse y encenderse.
Oumuamua
no se abrillantó como cometa: es tan oscuro que solo podía ser detectado con un
telescopio muy poderoso, como el Pan-STARRS.
Un
telescopio con un diámetro de ocho metros que está en construcción en Chile
podría permitir avistar más objetos de ese tipo.
Oumuamua
se ve más brillante cada 7,3 horas, lo que sugiere que está rotando. Eso es
algo que un asteroide no podría hacer sin despedazarse a menos de que esté
hecho de un material más fuerte.
Medidas
espectrales revelaron que Oumuamua es de un color rojo oscuro, como el de
muchas lunas en las afueras del Sistema Solar cuyas moléculas heladas han sido
“pintadas” por la radiación del espacio exterior. También podría deberse a la
presencia de hierro, según la Dra. Meech.
Aún
es un misterio cómo Oumuamua obtuvo esa forma — quizá surgió tras una explosión
de una supernova o fue formada por objetos que chocaron y se pegaron juntos — y
de dónde vino.
La
Dra. Meech dijo que primero pensaron que el origen era la estrella Vega, la más
brillante de la Constelación de la Lyra, pero que los análisis de la
trayectoria indicaron después que eso era poco probable.
El
hecho de que el asteroide esté viajando a la misma velocidad relativa al Sol como
otras estrellas cercanas sugiere que es la primera vez que se encuentra en otro
sistema.
Aunque,
según escriben los científicos en Nature, “la
posibilidad de que Oumuamua haya estado orbitando la galaxia durante miles de
millones de años no puede descartarse”.
Tampoco
queda claro hacia dónde se dirige.
Fuente: New York Time Dennis Overbye 23.nov.2017Tambien ver: "Deslumbra a los cientificos..."
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