Streptococcus - crédito:Melissa Brower
La entrada que sigue, es un
trabajo de Lars Fisher relacionado con el 75 aniversario del descubrimiento de
la penicilina, en el boletín del 13 de febrero de en Spektrun de.
En 1928, un escoses, Alexander Fleming, descubrió por
casualidad, una medicina completamente nueva.
Un día, mientras trabajaba con
cultivos de bacterias,
Fleming descubrió una pequeña mancha, no era extraño que los cultivos
estuviesen llenos de hongos,
pero lo extraño, era que las bacterias de alrededor de esa mancha habían
desaparecido.
Fleming descubrió que
ese hongo, que fue llamado Penicillium Notatum, evitaba el desarrollo de
bacterias peligrosas como el estafilococo.
Fleming no hizo su
trabajo hasta el final, el patólogov australiano Howard Florey junto a Boris Chain lograron
una verdadera revolución médica. Desde la penicilina,
descubrieron otras clases de antibióticos, los cuales se han convertido en la
herramienta estándar para atacar las infecciones bacterianas.
Sin embargo, la firmeza de las cepas a los agentes muestran que la frontera de resistencia ha aumentado, y
el nuevo orden mundial después de Chain y Florey, es frágil, porque su trabajo
esta a medio hacer.
La revolución antibiótica
aún no se ha completado y nos estamos quedando sin tiempo.
Para los antibióticos se necesitan carreteras y no
hay nada de eso, a pesar de su enorme importancia para la medicina moderna. Por lo tanto, las iniciativas aisladas e
incentivos para el desarrollo de nuevos antibióticos son sólo una pequeña parte
de la solución al problema de la resistencia. Su causa es un defecto fatal: ¿Cuál ha
sido el escenario que tiene - y que luego se pueda utilizar?
Los
antibióticos no combaten el desgaste,
van contra la evolución misma debido que los antibióticos encuentran condiciones ambientales hostiles, están en
una carrera contra las bacterias para adaptarse a esas condiciones, los que no
lo logren, caen de nuevo.
En nuestro sistema médico se desgasta en forma evolutiva y ha acumulado
dimensiones graves que son preocupantes, porque nadie es completamente responsable
de las perturbaciones y peligros que surgen con el tiempo. Si se trata de
la venta incontrolada de antibióticos en muchas partes del mundo, los antibióticos
de reserva en la cría de animales, o simplemente las décadas de cocer a fuego
lento las crisis en el desarrollo de nuevas clases de fármacos, cuyas
estructuras con las que puedan ser satisfechas de manera sistemática este tipo
de retos, simplemente no hay.
Es una situación completamente insostenible de que el avance más
significativo en la historia de la medicina se desperdicia sin control a
voluntad, al igual como sucede con el plástico o el papel
reciclado.
En el aniversario del descubrimiento de Fleming, se demuestra
más que nunca que el componente más importante de la revolución de los antibióticos
sigue desaparecida: Se necesita un estricto sistema internacional para el
desarrollo de nuevos antibióticos para lograr una buena utilización
y control. Es necesario una sola meta, y que incluso después de otros años de fiable funcionamiento esté disponible y sea un buen sucesor de la penicilina.
Fuente:© Spektrum.de
Traduccion libre del alemán por soca
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