domingo, 14 de febrero de 2016

PENICILINA UNA OPINIÓN ¿UN ERROR FATAL?

Streptococcus - crédito:Melissa Brower
La entrada que sigue, es un trabajo de Lars Fisher relacionado con el 75 aniversario del descubrimiento de la penicilina, en el boletín del 13 de febrero de en Spektrun de.

En 1928, un escoses, Alexander Fleming, descubrió por casualidad, una medicina completamente nueva. 
Un día, mientras trabajaba con cultivos de bacterias, Fleming descubrió una pequeña mancha, no era extraño que los cultivos estuviesen llenos de hongos, pero lo extraño, era que las bacterias de alrededor de esa mancha habían desaparecido.
Fleming descubrió que ese hongo, que fue llamado Penicillium Notatum, evitaba el desarrollo de bacterias peligrosas como el estafilococo.

Fleming no hizo su trabajo hasta el final, el patólogov australiano  Howard Florey junto a Boris Chain lograron una verdadera revolución médica. Desde la penicilina, descubrieron otras clases de antibióticos, los cuales se han convertido en la herramienta estándar para atacar las infecciones  bacterianas.

Sin embargo, la firmeza de las cepas a los agentes muestran que la frontera de  resistencia ha aumentado, y el nuevo orden mundial después de Chain y Florey, es frágil, porque su trabajo esta a medio hacer.
La revolución antibiótica aún no se ha completado y nos estamos quedando sin tiempo.

Para los antibióticos se necesitan carreteras y no hay nada de eso, a pesar de su enorme importancia para la medicina moderna. Por lo tanto, las iniciativas aisladas e incentivos para el desarrollo de nuevos antibióticos son sólo una pequeña parte de la solución al problema de la resistencia. Su causa es un defecto fatal: ¿Cuál ha sido el escenario que tiene - y que luego se pueda utilizar? 
Los antibióticos no combaten el desgaste, van contra la evolución misma debido que los antibióticos encuentran  condiciones ambientales hostiles, están en una carrera contra las bacterias para adaptarse a esas condiciones, los que no lo logren, caen de nuevo.

En nuestro sistema médico se desgasta en forma evolutiva y ha acumulado dimensiones graves que son  preocupantes, porque nadie es completamente responsable de las perturbaciones y peligros que surgen con el tiempo. Si se trata de la venta incontrolada de antibióticos en muchas partes del mundo, los antibióticos de reserva en la cría de animales, o simplemente las décadas de cocer a fuego lento las crisis en el desarrollo de nuevas clases de fármacos, cuyas estructuras con las que puedan ser satisfechas de manera sistemática este tipo de retos, simplemente no hay.
Es una situación completamente insostenible de que el avance más significativo en la historia de la medicina se desperdicia sin control a voluntad, al igual como sucede con el  plástico o el papel reciclado. 
En el  aniversario del descubrimiento de Fleming, se demuestra más que nunca que el componente más importante de la revolución de los antibióticos sigue desaparecida: Se necesita un estricto sistema internacional para el desarrollo de nuevos antibióticos  para lograr una buena utilización y control. Es necesario una sola meta, y que incluso después de otros  años de fiable funcionamiento esté disponible y sea un buen sucesor de la penicilina.
Fuente:© Spektrum.de

Traduccion libre del alemán por soca

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