Imagen
detallada de un conjunto de manchas solares observadas en el rango de luz
visible. La umbra y la penumbra son claramente discernibles así como la
granulación solar. Crédito Kelvinsong
Ha estado circulando desde alrededor del año 2010 la
noticia de que nuestra estrella – el Sol – se estaría apagando,
insinuando eventuales catástrofes que afectaría a la humanidad.
La preocupación se está generalizando debido a interpretaciones alarmistas, el
comportamiento de nuestra estrella está de acuerdo a ciclos que siempre ha tenido pero que
la humanidad solo los ha conocido desde el momento en que ha logrado registrarlos.
Consideremos que son interpretaciones equivocadas, pensar
lo contrario es fomentar una inexistente inquietud de eventos normales en la
vida de una estrella, que según nuestro concepto del tiempo, a veces no
alcanzamos a ver en una generación humana.
Del Sol mucho se conoce, pero aún
falta lograr un conocimiento mejor, el cual se está logrando mediante los avances de la tecnología.
El Sol se formó hace unos 4.600 millones de años, a
partir de nubes de gas y
polvo que contenían residuos de generaciones anteriores de
estrellas. El Sol no se encendió ni se apagará cual hoguera; se activó cuando
en su interior se inició la reacción nuclear de fusión en la cual cuatro átomos
de hidrógeno se fusionan transformándose en un átomo de helio; aún le queda combustible para un período de
4.700 millones de años más, o sea, se encuentra en la secuencia principal. Cada
segundo se transforman 700 millones de toneladas de hidrógeno en cenizas de
helio, proceso que transforma 5 millones de toneladas de materia en energía, como
resultado el Sol se vuelve más liviano.
Como toda estrella, el Sol pasa por ciclos que vienen
acompañados de cambios, desde que se tienen registro de ellos, los científicos
han contabilizado 23 ciclos, y en la actualidad, estamos en el ciclo 24.
Las observaciones del Sol realizadas a lo largo de los últimos siglos, indican que la actividad
solar está caracterizada por el número de manchas solares, las cuales alcanzan
sus máximos y mínimos en períodos de 11 años. Basándose en los modelos
existentes, los científicos que estudian el Sol, pueden efectuar pronósticos que les permiten conocer
el comportamiento del siguiente ciclo de actividad solar.
De acuerdo a las variaciones encontradas, el próximo
ciclo solar se caracterizará por la baja intensidad del Sol, que a nuestro
planeta Tierra le significará tener inviernos un poco más crudos, que en
algunos lugares podrán llegar a tener temperaturas más bajas que las
habituales.
Por lo tanto, decir que el actual ciclo solar, el ciclo
Nº 24, será distinto a los demás, no es nuevo ni extraño, solo que está siendo
de una intensidad bastante inferior, aproximadamente en -46% menor que las
anteriores.
¿Si este ciclo solar tendrá una intensidad menor, como
será el próximo?
Una vez que se obtengan mayores datos, se tendrá una mejor
respuesta, para lo cual, se tiene que fijar cómo será el movimiento de
oscilación torsional solar. El Sol genera un nuevo flujo magnético cerca de los
polos cada 11 años el cual migra lentamente a lo largo de un periodo de 17 años
hacia el ecuador y se asocia con la producción de manchas solares una vez que
alcanza la latitud crítica de 22 grados, este flujo magnético se encuentra a
una profundidad aproximada de entre 2.000 a 7.000 kilómetros de la superficie
solar.
Estudios independientes sobre la superficie, el
interior y la atmósfera superior del Sol coinciden en que el siguiente ciclo
solar tendrá bastante retraso si es que llega a tener lugar, por cuanto el
siguiente siclo debería comenzar aproximadamente en el año 2020. En la actualidad, los datos
indican que pronto tendrá lugar lo que se conoce como mínimo solar, el que es
un período de baja actividad del Sol.
Este “letargo solar” ha sido comparado con los mínimos
solares más profundos registrados entre los años 1645 y 1715, conocido como el Mínimo de Maunder. Los
científicos han anunciado que cuando finalice el último ciclo de Manchas
Solares, es factible que el Sol entre en un período de hibernación. Este periodo
de aproximadamente 70 años, coincidió anteriormente con la etapa más fría de la
“Pequeña Edad
del Hielo”, cuando se congelaban los canales de Europa y los glaciares eran
comunes en los pueblos montañeses.
“Tenemos
algunos datos interesantes que indican que la actividad solar está relacionada
con el clima, pero no comprendemos esa relación”
comenta Dean Pesnell, científico del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la
NASA; él no cree que otro mínimo solar produzca un letargo frío y agrega: “Hemos añadido cantidades considerables de
dióxido de carbono, metano y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera;
no creo que
viéramos hoy los mismos efectos si el Sol viviera otro período como el Mínimo
de Maunder”.
Las manchas solares son esas marcas oscuras y frías con
una intensa actividad magnética que aparecen en la superficie solar; algunas de
ellas, pueden tener un tamaño superior a la Tierra. Durante siglos, los
científicos han utilizado las manchas solares para detectar los niveles máximos
y mínimos del magnetismo del Sol. Los astrónomos del siglo XVII – Galileo
Galilei y Giovanni Cassini – detectaron por separado manchas solares y
descubrieron la falta de actividad durante el Mínimo de Maunder.
En el siglo
XIX los científicos descubrieron que las manchas solares van y vienen en forma
regular en ciclos que duran unos 11 años y se esperaba que en el año 2013
habría un máximo de actividad solar.
La investigación ha detectado que las manchas
solares han perdido fuerza. Matt Penn
del Observatorio Solar Nacional y
sus colegas, analizaron 13 años de datos de manchas solares tomados por el Telescopio Solar McMath-Pierce de
Kitt Peak – Arizona y descubrieron una tendencia en el largo plazo del
debilitamiento de las manchas solares, que de continuar, podría provocar que el
campo magnético del Sol no serían lo suficientemente fuerte para producir
manchas solares durante el próximo Ciclo Solar 25. Durante una reunión con la
prensa, Penn afirmó que “Las manchas
oscuras se están volviendo más brillantes”. Basándose en sus datos, el
equipo afirmó que el ciclo solar actual, cuando finalice, habrá sido “La mitad de intenso que el Ciclo 23, y el
próximo podría no tener manchas solares”.
Frank Hill del Observatorio Solar Nacional y sus colegas,
llevaron a cabo un estudio independiente de los ciclos solares a través de una
técnica llamada heliosismología que les permitió comentar a la prensa que “La oscilación de torsión para el Ciclo
Solar 24 apareció por primera vez en 1997, lo que significa que el flujo del
Ciclo 25 debería haber aparecido en los años 2008 o 2009, pero no ha sido así”.
Según Hill, sus datos parecen indicarle que el inicio del
Ciclo Solar 25 podría retrasarse hasta el año 2022 (unos 2 años más tarde) o “incluso, podría no llegar a tener lugar”.
El Director del Programa de Investigación de la Corona
del Sol para el Observatorio Solar Nacional (NSO) de la Fuerza Aérea
Norteamericana Richard Altrock, ha
observado reveladores cambios en el fenómeno magnético en la corona solar, la
capa más tenue de su atmósfera superior.
Este rápido movimiento hacia los polos
de los elementos magnéticos en la corona, está relacionado con el aumento de la
actividad solar: Un ciclo alcanza su máximo cuando la actividad magnética
alcanza unos 76 grados de altitud norte y sur del ecuador del Sol. El
movimiento hacia los polos también está relacionado con el hecho de que el Sol
barra el campo magnético vinculado al ciclo solar anterior, dando paso a un
nuevo campo magnético y a un nuevo ciclo de manchas solares.
Sin embargo, el
movimiento hacia los polos fue lento, lo que significó un máximo solar
muy débil en el año 2013 pudiendo retrasar o incluso evitar el inicio
del próximo ciclo solar.
Durante una reunión de la Sociedad Astronómica Americana celebrada en Las Cruces (Nuevo México)
según comentaron los científicos, estos estudios dan a entender que el Ciclo
Solar 25 podría no tener lugar. Sin embargo, el posible letargo del Sol no es
motivo de alarma según Hill, que agrega: “Ha
ocurrido anteriormente y la vida sigue su curso; no estoy preocupado, al revés,
es emocionante”.
Enlace
al vídeo “Eyección de Masa Coronal Tormenta de Radiación” del
08 de enero de 2014-Crédito del vídeo LASCO C2
Por otra parte, la disminución de las manchas solares no
significa necesariamente que disminuyan otras características solares, como las
prominencias, que pueden producir Eyecciones de Masa Coronal (CME), las cuales
puedan dar hermosas auroras boreales; “De
hecho se registraron auroras en forma regular durante el Mínimo de Maunder”,
confirma Pesnell, quién además, cree que estos inusuales cambios de los ciclos
de actividad solar ofrecen una inusual y sin precedente oportunidad para que los científicos
evalúen las teorías de como el Sol crea y destruye campos magnéticos. La falta
de actividad magnética, puede ser de mucha ayuda para la ciencia; las fuertes tormentas solares pueden emitir partículas que
interfieren en la comunicación por radio, afectan las redes eléctricas e
incluso pueden producir un excesivo arrastre en los satélites.
Finalmente, se puede decir que el próximo
ciclo solar, vendrá acompañado de grandes cambios, pero será más tardío y
bastante más débil que los ciclos anteriores, hay que añadir el riesgo de que
inclusive estando en el mínimo solar, los riesgos derivados del Sol también
están presentes y por lo tanto deben preocupar, ya que el campo magnético del
Sol es más débil y por ello no puede bloquear la entrada de los rayos cósmicos.
El letargo del solar puede suponer, a lo mucho, una bajada de un
par de grados en la temperatura media global. Durante las Edades de Hielo, la
temperatura media dela Tierra baja unos 5ºC, aun así, hay zonas que se enfría
más allá de esa temperatura como al mismo tiempo, otras zonas se vuelven más
calurosas. La situación actual por la cual atraviesa el Sol, y con la
tecnología que el planeta cuenta, un bajada de 2ºC está muy lejos de que un
letargo suponga una amenaza.
Fuente: SDO / Wikipedia / Yamelose / National Geographic
/ Grupo Amateur de Meteorología Espacial (José María Lleras García) / Antena 3 /
Estrellas y
Borrascas /Ciencia de Sofá / et al.
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