Imagen: Erupción Volcán Puyehue-Cordón Caulle-Chile. Crédito: Foto cortesía del profesor Jonathan Castro
En
junio del año 2011, el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle de Chile, se
despertó a la vida y en su erupción, lanzó
hacia la atmósfera nubes de cenizas, que alcanzaron una altitud de 10 o
más kilómetros, ceniza que derivó su contaminación hacia todo el planeta, provocando
en su momento, problemas en el tráfico aéreo debido a sus partículas finas; en
tanto que la lava sin fuego fluyó por los flancos del volcán.
Comparada
con otras erupciones, por ejemplo las del Monte Etna y Mauna Loa en Hawai, ésta
ocurrió a baja velocidad, y a pesar de haber terminado la erupción en abril de 2012, se ha mantenido fluyendo, por cuanto aún se
aprecia el movimiento de la roca fundida en enero del presente año 2013, a 10 meses de la última
erupción del Cordón-Caulle. Los investigadores liderados por Hugh Tuffen y sus colegas, de la Universidad de Lancaster
pudieron comprobarlo a nivel local.
La
lava se está moviendo hacia adelante, a una velocidad de uno a tres metros por día, al igual como lo hace un glaciar.
En
cambio, en el interior del rodillo de piedra de 40 metros de altura,
donde las temperaturas son de aproximadamente de unos 900 grados centígrados no
lo hace hacia delante, debido que se trata de grietas y fracturas de la
superficie enfriada en el momento de fluir hacia fuera de la masa de roca
fundida entramadamente caliente, la cual con seguridad, empuja aún más la masa
de lava.
Hugh
Tuffen comenta: “La lava también puede
acelerarse de nuevo una vez que llega al terreno más escarpado, pudiendo
explotar reiteradamente debido al gas contenido en su interior; es semejante como se
siente un mal estomacal”.
Hasta
el momento, fenómenos similares se han conocido mediante los brotes de la
corteza terrestre enfriada, perteneciente a las formaciones de lava basálticas
caliente de un color rojo brillante, que fluyen con rapidez en Hawai.
Los científicos antes no habían logrado observar este tipo de evento, lo hacen por primera vez y se sorprenden de ver cómo un tipo raro de lava, continúa moviéndose a casi un año después de la erupción volcánica. Enlace vídeo
Los científicos antes no habían logrado observar este tipo de evento, lo hacen por primera vez y se sorprenden de ver cómo un tipo raro de lava, continúa moviéndose a casi un año después de la erupción volcánica. Enlace vídeo
Las
observaciones de los investigadores, muestran que todo parece ser cierto por su similitud con los fenómenos magmáticos
más frescos. Este fenómeno es causado por la naturaleza química específica de
la lava, la cual es extremadamente viscosa, rica en sílice y por lo tanto, si
se solidifica, produce obsidiana o vidrio volcánico negro.
Tuffen y sus colegas, pudieron observar por primera vez uno de los flujos de lava de
obsidiana, los cuales son extremadamente raros, por cuanto, en general, se
producen principalmente en el extremo de las erupciones volcánicas más grandes
y más explosivas de la Tierra ,
como lo fue en el volcán Monte Toba de Sumatra
o el Yellowstone en los Estados Unidos occidental. En su momento, fue
similar con la erupción del volcán Katmai de Alaska en 1912, lamentablemente en
esa oportunidad, no había nadie allí para observar sus consecuencias.
El
trabajo de los Doctores Hugh Tuffen y Mike James, titulado “E·xceptional Mobility of an Advancing Rhyolitic Obsidian Flow al
Cordon-Caulle Volcano in Chile” se encuentra en la Revista Nature Communications.
Fuente:Spektrum.de [Daniel Lingenhohl] / Nature
Traducción
libre del alemán por SOCA
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