Fotografía obtenida por Minoru Yoneto
desde Queenstown, Nueva Zelanda, 11
horas después del impacto de la CME. Equipo utilizado: Cámara
digital Canon EOS 6D, la cual le permitió
registrar los colores rojos. Crédito: M.Yoneto/Space Weather
Ayer
02 de octubre, el campo magnético de la Tierra se vio afectado por el impacto de una CME [Eyección de Masa Coronal] la cual provocó una
tormenta geomagnética clase G2. Los observadores del cielo de ambos extremos
del planeta [Polo Norte y Polo Sur] pudieron ver auroras, cuyas luces fueron de
un raro tono de color rojo.
Generalmente
las auroras son de color verde y a veces púrpura, y es rara las veces que los observadores han visto
tanto color rojo.
SOHO
logró fotografiar la CME
en el inicio de la erupción la cual viajó a una velocidad de 2.000.000 de
metros por hora.
A
pesar de que la CME
fue impresionante, la explosión subyacente fue aun más.
La
película obtenida por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA , muestra el filamento
emergiendo del Sol y su autodestrucción..
Esta
red de auroras ocurrió entre 300 y 500 kilómetros sobre
la superficie terrestre, y aún no se comprende la razón de ello; algunos
investigadores creen que las luces rojas están vinculadas a un gran flujo de electrones,
debido que cuando los electrones de baja energía se recombinan con los iones de
oxígeno en la atmósfera superior, se emiten fotones rojos. Actualmente, los
meteorólogos espaciales no pueden predecir cuanto puede ocurrir.
La
tormenta, con auroras extremadamente roja, fueron observadas en Kansas, Ohio y
Oklahoma en los Estados Unidos.
Debido
al cierre del gobierno, son pocos los meteorólogos que están trabajando
[solo los necesarios para mantener la alerta ante cualquier evento relacionado
con el clima espacial]; ellos estiman que existe sólo un 45% de probabilidades
de que lleguen nuevas tormentas geomagnéticas polares.
Fuente:
Space Weather – 03.10.2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario