La
vida tal como la conocemos, necesita agua para sobrevivir, por suerte nuestro
planeta tiene una gran cantidad de ella. Los astrobiólogos esperan determinar
cuando y donde se originó el agua en nuestro planeta.
Uno
de los temas más importantes del debate en la formación del sistema solar, ha
sido el origen del agua de la
Tierra. Los cometas siempre han sido considerados como la
fuente más probable de la entrega de agua a la Tierra. Sin embargo,
los argumentos elementales e isotópicos sugieren una contribución muy pequeña
de estos objetos.
También
se han propuesto otras fuentes, una de ellas, la más prominente, es la que refiere
a la adsorción de vapor de agua en los granos de polvo en la nebulosa
primordial, entregada a través de planetesimales y embriones. Sin embargo, no
hay una única fuente de agua que proporcione una explicación satisfactoria del
agua de la Tierra
como un todo. En vista de ello, el uso de simulaciones numéricas, ha permitido
el desarrollado de un modelo compuesto que incorpora tanto el capital endógeno
y teorías exógenas, y la investigación de sus implicaciones para la formación
de los planetas terrestres y distribución de agua. También se consideran los
cometas en el análisis final, ya que es probable que al menos parte del agua terrestre
tenga origen cometario.
Siendo
el agua la molécula más importante en el sistema solar, determinar su origen y
distribución dentro de los planetas, tiene
importantes implicaciones para la comprensión de la evolución de los
cuerpos planetarios; en especial, la
composición isotópica del hidrógeno
disuelto en el vidrio volcánico primitivo e inclusiones de fusión de olivino
alojados en las rocas de procedencia lunar, traídos por la misiones de las
naves Apolo 15 y 17 desde la
Luna.
Tras
los exámenes de espalación (*) de
los rayos cósmicos y los procesos de desgasificación, los resultados demuestran
que el agua magmática lunar tiene una composición isotópica que se confunde con
el agua en grandes cantidades en las contritas carbonáceas en los primeros 100
millones de años después de la formación del sistema solar, siendo similar al
agua terrestre, implicando un origen común para el agua contenida en elinterior de la Tierra y la Luna
Esta
conclusión es expuesta en el trabajo del equipo de científicos
estadounidenses liderado por Alberto E.
Saal y Malcolm J. Rutherford del
Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Brown,
Providence; Rik H. Hauri del departamento de magnetismo Terrestre del Instituto
Carnegie de Washington D.C. y James A. Van Orman del Departamento de Ciencia
Geológicas de la Universidad Case
Western Reserve, Cleveland.
La
creencia más aceptada hasta el momento, era que
hace 4.500 millones de años, un objeto gigantesco chocó contra la Tierra y de los fragmentos
desprendidito, nació la Luna. El
impacto provocó tal calor, que todo el hidrógeno se evaporó y perdió en
espacio, dejando a la Tierra
como a su satélite, secos. Más tarde, el agua volvió a la Tierra en meteoritos y a la Luna en cometas.
Ahora,
la investigación de los científicos al analizar las rocas traídas por las
misiones Apolo, ha demostrado que el origen del agua encontrada en las rocas
lunares corresponde a la misma agua terrestre.
Para
determinarlo, se utilizaron proporciones de deuterio – un isótopo del hidrógeno
– en la muestra; las moléculas de agua formadas cerca del Sol tienen
generalmente, menos deuterio que las formadas en los bordes exteriores del
sistema solar.
La
proporción de este isótopo del hidrógeno determinada por el trabajo
investigativo, es la misma que en el 98% de la terrestre; además, coinciden con
las contritas carbonáceas, primitivos meteoritos formados cerca de Júpiter, que
según el líder del proyecto A.E. Saal, "fueron
el origen común de los componentes volátiles de la Tierra y la Luna y probablemente de todo
el sistema solar."
El
hidrógeno analizado se encuentra atrapado en cristales volcánicos, y gracias a
esto, no se perdieron en las erupciones lunares, permitiendo que los
investigadores hayan podido hacerse una idea de cómo es el interior de la Luna.
En el año 2011, el mismo equipo
realizó una investigación que observó que las muestras tenían tanta agua
encerrada como las larvas del fondo del océano terrestre, permitiendo pensar
que el interior de ambos cuerpos celestes albergaba reservas con cantidades
equivalentes de hidrógeno. Textualmente Saal señala que “El punto principal
de nuestro nuevo artículo es que el hidrógeno de la Luna no se originó en cometas
como se pensaba, sino en meteoritos primitivos como los que lo trajeron a la Tierra ”.
Origen:
The
Astrophysical Journal / NASA Earth
Observatory / Science Express / SINC / Physics Org /
Bibl: High
Pre-Eruptive Water Content Preserved in Lunar Melt Inclusions – Science
1204626- 26.mayo.2011 DOI 10.1126
Glosario:
(*) Espalación: en
general proceso por el que varios fragmentos de material, son expulsados
de un cuerpo debido a un impacto o su fatiga.
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