Observatorio Espacial Herschel - crédito NASA /C. Carreau
Alrededor
de 26.000 años luz de distancia, se encuentra la región central de nuestra
galaxia, la Vía Láctea ,
en relación a nosotros, es la zona conocida como Sagitario A*, o Sgr A*, donde
se alberga el agujero negro supermasivo
de acreción activa, más cercano a la Tierra.
Su masa es equivalente a unos 4 millones de veces la masa de
nuestra estrella, el Sol. Este agujero negro acrecienta actualmente, la materia
de sus alrededores a un ritmo suave, como lo hacen la mayoría de los agujeros
negros supermasivos en galaxias masivas en todo el Universo.
A
unos cientos de veces más cerca de la
Tierra que la galaxia más cercana, proporciona una
oportunidad única para estudiar el medio
ambiente de los agujeros negros supermasivos en gran detalle.
Sin
embargo, el centro galáctico es
observado a través del denso disco de la Vía
Láctea , en el cual, el polvo y el gas en los brazos espirales
de nuestra galaxia, absorben la luz visible.
Por
consiguiente, estudiar de mejor manera el material interestelar, es hacerlo
alrededor de Sgr A* mediante observaciones infrarrojas y de radio.
El
Observatorio Espacial Herschel de la
ESA , ha resuelto parcialmente la parte más interior de la
Vía Láctea – un par de años luz alrededor
de Sgr A*. – por primera vez en longitudes de onda en el infrarrojo lejano.
Este observatorio espacial, corresponde a una misión de la Agencia Espacial Europea [ESA],
fue lanzado el 14 de mayo de 2009
a bordo de un Ariane 5 junto con el Observatorio Planck.
Con
este Observatorio Espacial, los astrónomos han observado el centro de la
Vía Láctea , descubriendo una gran variedad
de moléculas en sorprendente altas temperaturas – hasta 1000º K. Los nuevos
datos sugieren que el gas molecular se calienta por las crisis, además de la
radiación ultravioleta de las estrellas masivas cercanas al centro galáctico.
Los choques se desarrollan en el gas
como oleadas de materia en dirección a Sagitario A*.
Este
equipo de astrónomos, que está liderado por Javier Goicoechea desde el Centro
de Astrobiología en Madrid, España, fue
capaz de aislar la emisión en el infrarrojo lejano de todos los componentes
interestelares que rodean a Sgr A*, como el gas atómico y molecular ionizado
neutral, al mismo tiempo el polvo. En particular, explotaron la características
de varias moléculas, para rastrear la temperatura, la densidad y otras
propiedades de la materia que gira alrededor del agujero negro central, y que
posiblemente cae sobre él.
Goicoechea
comenta: “Hemos detectado una
sorprendente y rica variedad de moléculas en el ambiente de Sgr A* que
realmente ha superado nuestras expectativas; el rango de moléculas de monóxido
de carbono altamente excitado, el vapor de agua, las moléculas ligeras de
cianuro de hidrógeno y muchas (otras) que juegan un papel fundamental en la química
del medio interestelar. Algunos de ellas no habían sido detectadas antes del
Herschel”.
Esta ilustración muestra una impresión artística del medio ambiente en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. El centro galáctico alberga un agujero negro supermasivo en la región conocida como Sagitario A *, o Sgr A *. Crédito: ESA / C. Carreau
Anteriores
observaciones en el infrarrojo lejano, realizadas por el Observatorio Espacial
Infrarrojo de la ESA
en la década de 1990, sólo había
investigado el disco circumnuclear, una zona muy densa de gas molecular y
polvo que ocupa unos 15 años luz de la galaxia; con una resolución sin
precedentes, el Observatorio Espacial Herschel en estas longitudes de onda,
fueron capaces los astrónomos de observar a través del disco circumnuclear y
estudiar la cavidad central.
Esta
cavidad, con radio aproximado de sólo unos pocos años luz, se llena con una
mezcla menos densa de polvo caliente y gas. Parte de este gas es ionizado por
la fuerte radiación ultravioleta de las estrellas masivas que orbitan cerca del
agujero negro central.
Como
Sgr A* acrecienta lentamente la materia, nubes individuales de gas que fluye
desde la cavidad central del agujero negro a veces se pueden detectar
longitudes de onda de Radio y hasta de Rayos X y Gamma; lo que consistente con
las emisiones de gas atómico ionizado cercano a Sgr A*, y que también fueron
detectados por el Observatorio Espacial Herschel, revelando serpentinas de gas de alta velocidad moviéndose
a una velocidad superior a los 300
Km ./s.
Imagen: El panel izquierdo: Vista en onda de radio del gas en el centro de la galaxia; en panel derecho: Vista espectroscópica del centro galáctico obtenida por el Observatorio Herschel, mostrando la gran variedad de moléculas detectadas en esta región. Crédito: Imagen en longitud de onda de radio – National Radio Astronomy Observatory/Very Large Array [cortessía de C. Lang]; Spectrum: ESA/Herschel / PACS, Aguja / J. Goicoechea et al. [2013]
El
equipo de astrónomos examinó una serie de posibles mecanismos de calentamiento,
excluyendo el papel dominante de la radiación ultravioleta de las estrellas
masivas cercanas, lo rayos X emitidos en las proximidades del agujero negro y
las interacciones con los rayos cósmicos – partículas altamente energéticas
presente en el medio interestelar.
Ninguno
de los tres mecanismos pareció suficientemente eficaz para explicar la alta
temperatura del gas de monóxido de carbono. Entre los posibles mecanismos que
producen los shocks, son las nubes de alta velocidad de gas surgiendo hacia el
agujero negro, proto-estrellas que nacen cerca del centro y la salida del soplo
de vientos estelares galácticos.
Imagen: Observatorio Espacial Herschel y la Constelación de La Vela - crédito: ESA
En
cuanto al Observatorio Espacial Herschel, el refrigerante de helio líquido que enfriaba sus instrumentos, se ha agotado. Este
Observatorio ha recolectado datos sin precedentes del Universo Lejano,
superando sus observaciones las expectativas de los científicos, quienes han
podido aprender más acerca de cómo se forman las estrellas, las tasas de
formación de estrellas en las galaxias en todo el cosmos observable y del origen
y presencia de agua en diferentes objetos celestes. Las observaciones llegan a
su fin, pero la nave será propulsada a una órbita de acercamiento estable
alrededor del Sol, permaneciendo en ése lugar por tiempo indefinido. La misión de la ciencia continuará por varios
años más, con muchos descubrimientos que aún no se han hecho, y que se obtendrán de las imágenes y espectros obtenidos por el
Observatorio.
El
trabajo completo de J.R. Goicoechea, et al., titulado “Herschel Far-InfreredSpectroscopy of the Galactic Center, Hot Molecular Gas: Shcks versus RadiationNear Sgr A*” se encuentra en Astrophysical Journal Letters – 2013 en prensa.
Bibliografía: ESA Science &
Technology
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