Imagen artística del Observatorio
Espacial Herschel, con el fondo de la Nebulosa Rosetta.
Este observatorio tiene una visión sin
precedentes sobre el universo frío,
reduciendo la brecha entre lo que se puede observar desde la Tierra versus lo que se
logra mediante las misiones espaciales ante el infrarrojo, sacando a luz inéditas
regiones de formación estelar y galaxias envueltas en polvo. Crédito:
ESA- C.Carreau
El
Observatorio Espacial Herschel, después de estudiar por más de tres años el
universo frío, entra en su etapa final de vida útil; el helio, suministro
refrigerante que le permite tener una visión sin precedentes sobre el universo
frío se espera que se le agote en las próximas semanas.
Este
Observatorio Espacial corresponde a una misión de la Agencia Espacial Europea [ESA],
fue lanzado el 14 de mayo de 2009 junto con el Observatorio Planck a bordo de
un cohete Ariane 5. El objetivo fue dejarlo en órbita a 1,5 millones de Km., de
la Tierra en
el segundo Punto de Lagrange del Sistema
Tierra-Sol.
Los
puntos de Lagrange, también denominados puntos L o Puntos de Libración,
son las 5 posiciones de un sistema orbital donde un objeto pequeño, sólo
afectado por la gravedad, puede estar teóricamente estacionario respecto a dos
objetos más grandes, como son los casos de un satélite artificial con respecto
al sistema Tierra-Luna. En el caso del Observatorio Espacial Herschel, está en relación con el segundo punto del
sistema Tierra-Sol.
Estos
puntos marcan las posiciones donde la atracción gravitatoria combinada de las dos
masas grandes, proporciona la fuerza
centrípeta necesaria para rotar sincronizadamente con la menor de ellas.
Imagen artística del Observatorio Espacial Herschel durante su montaje. Crédito: ESA
La
misión se llamó FIRST [Far Infrared and Submilimetre Telescope]
y es el primer observatorio espacial en cubrir completamente el infrarrojo
lejano y longitudes de ondas submilimétricas; su telescopio tiene el mayor
espejo desplegado en el espacio, 3,5 metros .
Para
su correcto funcionamiento, sus instrumentos deben mantenerse refrigerados por
debajo de los 2ºK [-281ºC].
Pesa
unos 3,25 t. y la mayor parte de su peso se debe a los depósitos de helio que necesita
para generar temperaturas necesarias que permitan funcionar los detectores del
infrarrojo.
El
infrarrojo lejano es el tipo de
radiación electromagnética del espectro infrarrojo que cuenta con longitudes de
ondas más largas; se encuentra situado entre el infrarrojo medio y las ondas de
radio, oscilando en una longitud de onda entre las 25-40 y 200-350 micras, aún
cuando no hay una definición universalmente aceptada.
La
emisión en el infrarrojo lejano solo es significativa en cuerpos muy fríos,
apenas unas decenas de grados por encima del cero absoluto. Es importante en
astronomía porque permite estudiar las propiedades del polvo y los gases fríos.
Según
los controladores de la misión, se espera que dentro de las próximas semanas
agote su stock de helio. Fue una misión pionera, por cuanto fue el primer
observatorio espacial que cubrió el rango de longitudes de onda submilimétricas
del infrarrojo lejano, que permitió estudiar las regiones frías que previamente
eran visibles en el cosmos por el gas y polvo que contienen, proporcionando
nuevos conocimientos sobre el origen y evolución de las estrellas y galaxias.
Para
efectuar estas delicadas observaciones en el infrarrojo lejano, los detectores
de los tres instrumentos científicos; dos cámaras de imagen/espectrómetros y un
espectrómetro de muy alta resolución, tiene que ser enfriados menos 456 grados
Fahrenheit [menos de 281 grados Celsius], cerca del cero absoluto.
Están
en la parte superior de un tanque lleno de líquido superfluido de helio, dentro
de un termo conocido como criostato. Este criostato originalmente fue llenado con 2.300 litros de helio
líquido, que pesaba 335 kilos y durante
los 3,5 años que el Observatorio
espacial Herschel lleva operando, le ha permitido efectuar descubrimientos
extraordinarios a través de una amplia gama de temas; como desde galaxias con
estallidos estelares en el universo distante a la formación de nuevos sistemas
planetarios orbitando estrellas cercanas jóvenes.
Como
todas las cosa buenas, estas llegan a su fin, los ingenieros creen que casi todo el
helio líquido ha sido utilizado. No es posible predecir el momento exacto en
que el helio finalmente se acabará, la confirmación llegará cuando el Herschel empiece su próximo período de tres horas diarias de
comunicación con las estaciones terrestres de la Tierra.
El
programa científico de observación, fue cuidadosamente planeado para aprovechar
al máximo la vida útil de la misión, con todas las observaciones de mayor
prioridad ya finalizadas. “Hemos sabido
desde el comienzo de la misión Herschel, que su vida se vería limitada por
suministro de helio líquido”, dijo Paul Goldsmith, el científico de la NASA del Proyecto Herschel en
el JPL de Pasadena, California. Agrega: “Así
que el equipo ha trabajado muy duro para hacer el mejor uso de cada minuto del
tiempo de observación”.
“Se espera que cuando las observaciones lleguen a su fin, se habrían
realizado más de 22.000 horas de observaciones científicas, un 10% más de lo
originalmente planeado”, es el
comentario de Leo Metcalfe, Director de la misión de la ESA del Centro de Astronomía Espacials de Madrid, España.
Hasta este momento, el Observatorio Espacial Herschel lleva en el espacio 1396 días, contados desde el 14 de mayo de 2009 cuando fue su lanzamiento a las 13:12 UTC.
En este enlace se amplia su historial y tiempo en el espacio.
Actualmente esta realizando solo operaciones rutinarias de fase científica; al día 08 de marzo de 2013 los porcentajes de finalización son los que siguen: 100% para KPOT y GT1, 99% para KPGT, OT1p1, GT2, y OT2p1, y el 82% /8,5% / 1,3% para OT1p2 +OT2p2, superior media/inferior/tercero.
A
fines de mayo, el Herschel será lanzado a su larga órbita de aparcamiento
estable alrededor del Sol.
Fuente:Jet
Propulsion Laboratory (JPL) NASA-Caltech / Wikipedia /
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