Vista
aérea de una gran grieta en Larsen C, obtenida
el 10 de noviembre de 2016, por los científicos de la Misión IceBridge
de la NASA, que estaban efectuando un estudio
aéreo del hielo de la plataforma antártica en Larsen C.
Crédito
de la foto: NASA / Jhon Soonntag
La Barrera de Hielo Larsen (Larsen Ice Shelf) es una extensa
plataforma de hielo localizada a lo largo de la costa oriental de la Península Antártica, al noreste del mar
de Wedell.
En esta barrera, se ha
detectado el desprendimiento de un gigantesco bloque de hielo de unos 5.000
kilómetros cuadrados, la cual está a punto de cambiar para siempre, el mapa
actual del Hemisferio Sur.
Es el reportaje de Héctor
Rodríguez que aparece en la Revista National Geographic relacionada con la Misión IceBridge de la NASA
que estudia mediante un estudio aéreo del hielo de la Plataforma antártica en
el Larsen C.
“Lo diremos sin rodeos. A vista de pájaro la plataforma de hielo de Pine Island, en la Antártida, es un tren que se dirige hacia la
ruina en cámara lenta. Por supuesto desde una perspectiva humana. En tiempo
geológico todo está sucediendo en un abrir y cerrar de ojos”.
Hace más de 3 décadas que desde la Universidad
de California y el Laboratorio de Propulsión a Reacción - JPL por sus siglas en inglés - de la NASA, se viene avisando de
que la Antártida Occidental ha comenzado a derretirse.
Ahora, el gigantesco bloque que está a punto de
separarse de la plataforma de hielo, conocido como Larsen C, puede ser el precursor de
un colapso de todo el continente, el cual, de producirse, inundaría un gran
número de ciudades costeras en todo el mundo.
Poco a poco, los bordes del Larsen C se
desmenuzan con la misma facilidad que los muros de un castillo de arena. En su
superficie, ajada de cicatrices, se diseminan grandes grietas que se disputan
el espacio con lagunas de deshielo de hasta 400 metros cuadrados.
Secuencia de la fractura - Crédito: ESA/SENTINEL 1/ Midas Proyect
En
las últimas décadas las aguas del mar de Amundsen, también en la parte oeste de
la Antártida, se han calentado más de 0,5ºC , y en este tiempo, la velocidad
a la que el hielo se está derritiendo y fracturando se ha cuadruplicado. Ya
entre 2015 y 2016 un bloque de unos 360 kilómetros cuadrados se desprendió
alejándose de la costa del mismo mar.
Sin embargo, en la actualidad, las predicciones para el aumento de la
temperatura, en este caso para el mar de
Weddell colindante
con Larsen C, se sitúan en los 5ºC de media. Esta es la razón por la que muchas
plataformas más pequeñas de hielo ya han sucumbido por completo. Y también el
motivo y por el que Larsen C está a punto de convertirse en una plataforma de
hielo que vagará a la deriva por el océano
Antártico hasta
fundirse en comunión con sus aguas.
La grieta en
Larsen C mide casi 200 kilómetros de largo y en alguna de sus partes el ancho
puede alcanzar los 2.000 metros.
En su expansión, cuando llegue
al final, dará lugar a uno de los icebergs más grandes jamás registrados, de
unos 5.000 kilómetros cuadrados, es decir, casi la superficie de la Comunidad Autónoma de Cantabria.
Según el Proyecto Midas,
desarrollado por un equipo de investigación
conjunto de las Universidades de Swanses y Aberystwyth, a través del cual se ha monitoreado la fisura
desde 2014, debido al estrés generado por la grieta, se espera que la
separación del Iceberg se produzca muy pronto.
El profesor de la Universidad
de California y científico de la NASA, Eric J. Rignot, afirma que el reciente giro de la
grieta evidencia su temprana fractura. "Según
mi experiencia, cuando la brecha toma un giro de 90º, como es el caso, la
fractura está a la vuelta de la esquina. Es cuestión de semanas”.
Situación de la plataforma de hielo de Larsen C en la península antártica, que una vez que se conecte con el mar originara uno de los mayores jamas observados. Crédito:National Geographic.
A primera vista la fractura y desprendimiento de esta
sección de Larsen C puede verse como un síntoma del calentamiento experimentado
durante los últimos años. Un evento quizá poco significativo, ya que en este
periodo hemos sido testigo de glaciares de
mayor envergadura.
Sin embargo, la importancia de esta fractura radica en que
el hielo que está a punto de desprenderse se encuentra asentado en una serie de islas. Por el contrario, la gran mayoría del
resto de la plataforma descansa sobre una cuenca que se interna hasta los
5.000 kilómetros de profundidad, lo que la hace especialmente vulnerable al
aumento de la temperatura del océano.
Es en este punto donde la situación se complica pues, de
producirse el desarme y rotura en pedazos cada vez más pequeños de tal cantidad
de hielo, y de producirse sobre todo, tal y como creen los científicos, a
una velocidad cada vez mayor, el nivel del mar aumentaría en más de tres metros inundando
ciudades enteras en todo el mundo.
De este modo el derretimiento de la plataforma de hielo de Pine Island es un caso dramático. Con 400
metros de espesor de media, entre los años 1994 y 2015 la cantidad de hielo se
ha visto mermada en un 10%. Lo más preocupante es que la retirada de hielo de
la plataforma Larsen C, podría afectar al vecino glaciar Thwaites, el cual sería
susceptible de desestabilizar la mayor parte de la Antártida Occidental.
“Ahora estos
glaciares están desapareciendo cada vez más rápido de la superficie de la Tierra”, afirma Rignot, quien lleva estudiando la región desde hace
más de dos décadas a través de aviones y satélites. El
científico está convencido de que el colapso de la capa occidental de hielo antártico
es inevitable. “Es tan solo una cuestión
de tiempo. Lo importante es saber si esto ocurrirá en un periodo de 500 años, o
en menos de 100. Y sobre todo, si será la humanidad lo suficientemente rápida
como para prepararse a los acontecimientos. Hemos de despejar la incógnita - afirma
el investigador- y debemos hacerlo antes
de que sea demasiado tarde”.
La plataforma de Larsen C es solo un pequeño aviso.
Fuente:Compilado de
National Geographic.com
(Héctor Rodríguez 16.junio.2017)
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