Concepción del artista, que consideró a
la Nave Espacial Voyager 1 de la NASA, observando cual pájaro el Sistema Solar.
Los círculos representan las órbitas exteriores de los planetas mayores,
Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
La Voyager 1, lanzada en 1977, visitó
los planetas Júpiter y Saturno. En la actualidad, se encuentra a 20.644.497.040
de kilómetros de la Tierra, por lo que es el objeto construido por los seres humanos que ha llegado más lejos y con una velocidad más
rápida. De hecho, la Voyager 1 está ahora viajando a
través del espacio interestelar, la región entre las estrellas que está llena
de gas, polvo y materiales reciclados a partir de estrellas moribundas.
Créditos: NASA, ESA, y G. Bacon (STScI)
En el año 1977, dos Naves
Espaciales fueron lanzadas desde Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos;
fueron las Naves Sondas Voyager 1 y
Voyager 2.
Voyager 1 fue lanzada el 05 de septiembre de 1977 y la
Voyager 2 había sido lanzada anteriormente, el
20 de agosto de 1977.
Estas
dos Naves Sondas Espaciales de la NASA,
se precipitaron a través del territorio sin
explorar del espacio, en un viaje por desconocidas carreteras más allá de
nuestro Sistema Solar.
En el
camino, miden el medio interestelar y el misterioso medio ambiente existente entre las estrellas.
El
telescopio Espacial Hubble de la NASA, proporciona la hoja de ruta que mide el
material a lo largo de las futuras trayectorias de las Sondas; incluso después de
que los Voyager funcionen con energía eléctrica y no sean capaces de enviar
de vuelta los nuevos datos, situación que puede suceder en aproximadamente una
década; por lo cual, los astrónomos
pueden utilizar las observaciones del Hubble para conocer las características del
medio ambiente a través del cual se deslizaran estos silenciosos embajadores.
Un análisis preliminar de las observaciones del Hubble revelan una rica
ecología interestelar, compleja, pero que contiene múltiples nubes de hidrógeno
mezclada con otros elementos. Estos datos obtenidos mediante el Hubble,
combinados con la información obtenida por los Voyager, también proporcionan nuevos conocimientos sobre
cómo nuestro Sol viaja a través del espacio interestelar.
"Esta es una gran
oportunidad para comparar los datos de las mediciones in situ del entorno
espacial por la Nave Espacial Voyager y mediciones telescópicas por el
Hubble", dijo el líder del estudio Seth Redfield, de la Universidad de Wesleyan
en Middletown, Connecticut, y agrega: “Las
Voyager están tomando pequeñas muestras de las regiones, ya que se desplazan por el espacio a una velocidad aproximada de 62.000 kilómetros por hora
(38.525 millas). Pero no tenemos idea de
si estas pequeñas áreas son raras o típicas. Las observaciones del Hubble nos
dan una visión más amplia debido a que el telescopio está buscando a lo largo
de un camino más largo y más ancho. Así el Hubble da contexto a la zona que cada Voyager está atravesando".
Los
astrónomos esperan que las observaciones del Hubble les ayuden a caracterizar
las propiedades físicas del medio interestelar local. "Idealmente, la síntesis de estas ideas con las mediciones in situ
que la Voyager proporcionaría una visión general sin precedentes del medio
interestelar local", dijo el miembro del Hubble Julia Zachary, de la
Universidad de Wesleyan.
Los resultados del equipo fueron presentados
el 06 de enero en la reunión de invierno de la Sociedad Astronómica Americana
en Grapevine, Texas.
La NASA lanzó dos Naves Espaciales gemelas, la Voyager 1 y la Voyager 2, en 1977. Ambas exploraron
los planetas exteriores, Voyager 1 a Júpiter y Saturno y la Voyager 2 visitó
Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Ilustración orientada a lo largo del
plano de la eclíptica, el Telescopio Espacial Hubble de la NASA ve por los
caminos de las Naves Sondas Espaciales Voyager 1 y 2 en su viaje por el Sistema Solar
y el espacio interestelar. El Telescopio Espacial Hubble mira en dos
líneas de visión (las características individuales en forma de cono) a lo largo
de la trayectoria de cada Nave Espacial. El objetivo del telescopio es para
ayudar a los astrónomos con un mapa interestelar estructurado a lo largo de la
ruta de cada nave espacial en relación a
sus estrellas de destino. Cada línea de visión se extiende a varios años
luz de las estrellas cercanas.
Créditos: NASA, ESA, y Z. Levay (STScI)
Las Naves
Espaciales Voyager son pioneras, están
estudiando la parte más externa del dominio del Sol. La Voyager 1 está ahora navegando
a través del espacio interestelar, la región entre las estrellas que se llena de
gas, polvo y materiales reciclados a partir de estrellas moribundas.
Voyager 1 está a 20.645 millones de kilómetros de la Tierra, por lo que
es el objeto hecho por los seres humanos que ha
llegado más lejos jamás antes
construído. En unos 40.000 años, después de que la nave espacial ya no esté
operativa y no sea capaz de reunir nuevos datos, pasará a 1,6 años luz de la
estrella Gliese 445, en la Constelación Camelopardalis. Su gemela, la
Voyager 2, está a 17.100 millones de kilómetros de la Tierra, y pasará a 1,7
años luz de la estrella Ross 248 en unos 40.000 años.
Durante los siguientes 10 años, los Voyager estarán haciendo
mediciones de materia interestelar, los campos magnéticos y los rayos cósmicos
a lo largo de sus trayectorias. Hubble complementa las
observaciones Voyager analizando dos líneas de visión a lo largo de la
trayectoria de cada nave espacial para mapear la estructura interestelar a lo
largo de sus estrellas al unir sus rutas. Cada línea de
visión se extiende a varios años luz de las estrellas cercanas. El muestreo de la luz de esas
estrellas, serán medidas por el Telescopio Espacial Hubble mediante el espectrógrafo
de imágenes de cómo el material interestelar absorbe parte de la luz de las
estrellas, dejando huellas espectrales reveladoras.
El Hubble encontró que la Voyager 2 se moverá fuera de la nube
interestelar que rodea el Sistema Solar en un par de miles de años. Los
astrónomos, sobre la base de datos del Hubble, predicen que la nave espacial demorará
90.000 años en llegar a una segunda nube y pasar a una tercera nube
interestelar.
Un inventario de la composición de las nubes revela ligeras variaciones
en las abundancias de los elementos químicos contenidos en sus
estructuras. "Estas variaciones
podrían significar que las nubes están formadas de diferentes maneras, o de
diferentes áreas, y luego se reunieron", dijo Redfield.
Un vistazo inicial a los datos del Hubble también sugieren que el Sol
pasa a través de un material más denso
en el espacio cercano, lo que puede afectar la heliosfera, la burbuja grande
que contiene nuestro sistema solar que se produce por el poderoso viento solar
de nuestro Sol. En su límite, la zona llamada Heliopausa, el viento solar empuja hacia
afuera contra el medio interestelar. Hubble y Voyager 1 hicieron
mediciones del medio interestelar más allá de este límite, donde el viento
viene de otras estrellas y no nuestro sol.
"Estoy muy intrigado por
la interacción entre las estrellas y el medio ambiente interestelar", dijo Redfield. "Este tipo de interacciones están
sucediendo alrededor de la mayoría de las estrellas, y es un proceso dinámico".
La
heliosfera se comprime cuando el Sol se mueve a través de un material denso,
pero se expande al salir cuando la estrella pasa a través de la materia de baja
densidad. Esta expansión y contracción es causada por la interacción entre
la presión hacia el exterior del viento estelar, compuesto de un flujo de
partículas cargadas, y la presión del material interestelar rodea a una
estrella.
Fuente:
NASA.gov / ESA
Traducción libre por Soca