El investigador antártico y especialista en cambio climático de la Universidad de Santiago, Dr. Raúl Cordero, sostiene que el deshielo de glaciares como la del Glaciar Grey forma parte de una tendencia irreversible.
Glaciar Grey. Crédito: USACH.
La pasada semana se conoció la noticia de que un
gran bloque de hielo, de 350 por 380 metros, se desprendió del Glaciar Grey,
ubicado en Torres del Paine. Dicho bloque se suma a lo que ha perdido el
mentado glaciar en 12 años, volumen equivalente a los 900 metros.
Para el investigador antártico, experto en cambio
climático y académico de la Universidad de Santiago, Dr. Raúl Cordero, la
situación provocará, en lo inmediato, dificultades para la navegación.
Sin embargo, advierte que el Glaciar Grey no es de
los que más han perdido hielo en la Patagonia, y que hechos como este forman
parte de una tendencia irreversible.
“El peligro de
mediano y largo plazo para países costeros como Chile es que continúen las
pérdidas de hielo, lo que hace subir el nivel del mar”, sostiene. “Para fines de siglo, los aumentos
esperados, en el mejor de los casos, serían de un metro por sobre el nivel del
mar y eso es mucho”, afirma.
El doctor Cordero sostiene que en este escenario,
la amenaza que enfrentan las naciones costeras como la nuestra es la ocurrencia
de potenciales inundaciones. Aunque enfatiza que este efecto no es de corto
plazo, advierte que el aumento en el nivel del mar se irá acelerando conforme
el paso del tiempo.
“El problema en
todo el mundo es que los glaciares están fuera de balance. Es decir, un balance
negativo: pierden más hielo por derretimiento o en forma de iceberg que el que
ganan por acumulación de nieve”, explica.
A su juicio, esto se debe en gran medida al
calentamiento global, y que lo único que se puede hacer es atenuar su efecto,
no detenerlo, “mitigando la emisión de
gases de efecto invernadero, en particular CO2. La manera más rápida y efectiva
de disminuir el C02 es completando la transición energética, hacia las energías
renovables”.
Finalmente, insiste en que aunque el
desprendimiento de hielo en el Glaciar Grey es grave, dicho glaciar no forma
parte del grupo que más ha perdido hielo en la Patagonia, donde se constatan
disminuciones de hasta 13 kilómetros en poco más de tres décadas. En tal
sentido, señala que esta pérdida acelera el cambio climático, ya que a menor
nieve, menos capacidad de reflejar la radiación solar, la que termina siendo
absorbida por la tierra, aumentando las temperaturas del planeta.
“No hay ningún
indicador de cambio climático que no esté acelerándose para peor. El nivel del
mar está subiendo cada vez más rápido; los glaciares se derriten cada vez más
velozmente; Groenlandia y la Antártica pierden cada vez más hielo; tenemos
cambios significativos en la secuencia de eventos extremos como tormentas
extremas, huracanes extremos, sequía extrema, olas de calor; y, todo eso,
naturalmente, es manifestación de la aceleración del cambio climático”, concluye.
Fuente: USACH / DICYT
/ Plataforma Científica