Era una chispa en la noche;
un destello de Rayos X en una galaxia
que flota casi invisible en el borde del infinito.
Una inusual emisión de rayos cósmicos
fue detectada por el Telescopio Espacial
Chandra de la NASA durante unas breves horas el 01 de octubre del año 2014.
Los rayos X eran mil veces más brillantes que toda la luz de su galaxia hogar. La
fuente sería un evento destructivo nunca antes detectado. En el hallazgo
participaron tres astrónomos de la Universidad Católica de Chile.
En la región del
cielo conocida como Campo Profundo
de Chandra del Sur (CDF-S) se
descubrió una explosión de rayos X
con propiedades sorprendentes.
Antes de octubre nunca se había detectado una emisión de aquel
tipo en dicha zona. Sin embargo, inesperadamente se produjo una erupción que la volvió más de mil veces más brillante en unas pocas horas, una pequeña mota a 11
mil millones de años luz en la Constelación de Formax. Después de casi un día,
la fuente desapareció completamente para nunca más ser detectada.
Luego de este
evento, miles de horas en los telescopios más poderosos del mundo, incluyendo
los observatorios instalados en Chile, el Gemini Sur y el VLT, más los telescopios
espaciales Hubble y Spitzer, fueron utilizados para tratar de identificar esta
liberación de energía. Finalmente, se logró determinar que dicha emisión provino de una pequeña galaxia a unos
10.700 millones de años luz de la Tierra. Por unos pocos minutos, el
acontecimiento produjo miles de veces más energía que todas las estrellas en
esa galaxia.
“El
evento tal como se observó no se ajusta a ningún fenómeno conocido”, dice el Prof. Franz Bauer, astrónomo de la
Pontificia Universidad Católica de Chile, e investigador
asociado del Instituto Milenio de Astrofísica y del Centro de Astrofísica CATA.
y autor
principal de un informe que
será publicado en Science, "Es
como armar un gigantesco rompecabezas al que le faltan piezas; desde que
descubrimos esta fuente hemos buscado desesperadamente entender su origen".
Tres
posibilidades
Existen tres
potenciales causas para un acontecimiento de estas características: Dos de
ellas se basan en explosiones de rayos Gamma (gamma-ray burst o GRB), las que pueden ser provocados ya
sea por el colapso de estrellas masivas o por la colisión de dos estrellas de
neutrones o de una de estas con un agujero negro.
Este choque puede generar un
chorro de radiación de altas energías, llamado jet, que cuando apunta
directamente hacia nuestro planeta es detectado como una explosión en rayos
gamma.
En este caso, las
posibles explicaciones para la explosión en rayos X detectada en el CDF-S de
acuerdo a los investigadores incluyen un GRB que no esté apuntando directamente
a la Tierra o que haya ocurrido detrás de la pequeña galaxia, o una colisión
entre un agujero negro y una estrella del tipo enana blanca que finalmente
destruye a esta última.
"Ninguna de estas ideas explica perfectamente lo que observamos", explica Ezequiel Treister,
académico del Instituto de Astrofísica UC y co-autor de la investigación. "Nunca habíamos visto un evento de este
tipo, por lo que todavía no podemos descifrarlo completamente". La
misteriosa fuente de rayos X no fue detectada anteriormente durante los casi 17
años anteriores en que Chandra observó esta región del cielo. Más aún, ningún
evento similar fue visto por este telescopio espacial en ninguna otra parte del
cielo.
"Quizás hemos visto por primera vez un nuevo tipo de evento
cataclísmico", explica el Dr. Kevin Schawinski, del instituto ETH
de Zúrich en Suiza y co-investigador en este trabajo. "Sea lo que sea, muchas más observaciones son necesarias para
poder explicar lo que vimos."
Es posible que
nuevas búsquedas exhaustivas, tanto con Chandra
como con el satélite europeo XMM-Newton
o la Misión Swift de la NASA, revelen otros ejemplos de este tipo de fuentes
variables. Más aún, en los próximos años nuevos telescopios en rayos X serán
capaces de detectar este tipo de eventos en otros objetos con mayor frecuencia.
Además, si esta fuente está relacionada con un GRB causado por el choque de una
estrella de neutrones con otra o un agujero negro, también debe producir ondas
gravitacionales. Si uno de estos eventos ocurre más cerca de la Tierra, podrá
ser entonces detectado por el Observatorio de Ondas Gravitacionales LIGO.
Franz Bauer, Astrónomo del Instituto de Astrofísica UC e Investigador Centro de Astrofísica CATA
Ezequiel Treister, Astrónomo del Instituto de Astrofísica UC e Investigador Centro de Astrofísica CATA
El artículo que
describe esta investigación aparecerá en el mes junio en la revista científica Monthly Notices of the Royal
Astronomical Society, pero los resultados ya están disponible en la siguiente
dirección Web:
http://chandra.harvard.edu/press/17_releases/press_033017.html
y el Informe de F.E. Bauer titulado “A
New, Faint Population of X-ray Transiens” se encuentra en Cornell
University Library High Energy Astrophysical Phenomena (astro-ph.HE) https://arxiv.org/abs/1702.04422 14.feb.2017
Fuente: CATA – Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines / The New York Times 31.mar.2017
Glosario:
GRB (BRG) = Brotes de Rayos Gamma en inglés BRG en
español
LIGO = Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory