domingo, 9 de marzo de 2014

LA DESINTEGRACIÓN DE UN ASTEROIDE


Crédito de la imagen: NASA / ESA
Un equipo internacional de investigadores, liderados por David Jewitt de la Universidad de California en Los Ángeles, mediante las fotografías obtenidas por Telescopio Espacial Hubble de la NASA / ESA y el Telescopio Keck en Mauna Kea en Hawaii,  comprobaron la desintegración del Asteroide P2013 R3 descubierto en 2013, el cual se dividió en al menos 10 fragmentos, los que se desplazan aproximadamente entre 0,2 a 0,5 metros por segundo de diferencia, transformándose  en esta forma, en una nube de escombros moviéndose alrededor del Sol, dentro del cinturón de asteroides ubicado entre las órbitas de los planetas Marte y Júpiter.
Aún cuando ya se han visto como los núcleos de cometas se desintegran al acercarse al Sol, hasta ahora no se conocía que un fenómeno parecido afectara también a los asteroides, por cuanto no se había observado con anterioridad en el cinturón de asteroides‎. 

Esta imagen muestra  como se vio el 29 de octubre de 2013 el Asteroide P/2013 R3 mediante el Telescopio Espacial Hubble de la NASA / ESA - crédito: NASA/ESA/D. Jewitt [UCLA]

El 15 de septiembre de 2013, el Asteroide P2013 R3  fue identificado por primera vez como un extraño y difuso objeto por los instrumentos de rastreo espacial de Catalina y Pan-STARRS.
El 01 de octubre, mediante observaciones de seguimiento del Telescopio Keck de Mauna Kea, revelaron tres cuerpos moviéndose al unísono, integrados en una nube de polvo, la cual tenía casi el mismo diámetro de nuestro planeta Tierra.
“Se trata de una roca; verla desmoronarse ante nuestros ojos ha sido bastante asombroso” comenta Dawit Jewitt, luego agrega: “Keck nos demostró que esto era digno de observar con el Hubble”.

Que el asteroide se haya desintegrado al igual que un cometa, es sorprendente, pero para Jessica Agarwal del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Göttingen., se debe al Efecto YORP.
“Esto es un cosa muy extraña para observar, algo que nunca hemos visto como esto antes” dice Jessica y agrega “La ruptura podría tener muchas causas diferentes, pero las observaciones del Hubble, son lo suficientemente detalladas para que en realidad podamos identificar el proceso responsable”.

El efecto YORP fue descubierto en el siglo XIX cuando Ivan Osipovich Yarkovsky, observó que la radiación infrarroja de un objeto, que escapa de un cuerpo calentado por Sol, acumula cierta cantidad de movimiento; Radzievskii aplicó la idea de fotón a la radiación, basándose en variaciones del albedo; Paddack y O’Keefe descubrieron que la forma del cuerpo influye en un alta grado en la velocidad de rotación y Paddack y Rhee sugirieron que este efecto podría ser la causa de la abertura de las órbitas de ciertos asteroides.
Por consiguiente, este efecto se produce cuando la luz del Sol es absorbida por el cuerpo y luego es re-emitida en forma de calor. Cuando la forma del cuerpo emisor es irregular, el calor que emiten algunas regiones es superior al emitido en otras regiones, creando en este forma, un desequilibrio que causa un pequeño pero constante esfuerzo de torsión, que cambia su velocidad de giro.

En el caso del Asteroide P/2013 R3 los investigadores calcularon que el periodo de rotación del asteroide se incrementó hasta el punto que el efecto YORP lo dividió en al menos 10 fragmentos individuales.
En las fotografías obtenidas por el telescopio espacial Hubble y el Telescopio Keck, indicaron que estos cuerpos celestes en el periodo comprendido entre febrero y septiembre de 2013, se separaron en varias etapas, haciendo que inicialmente se le clasificara como cometa, debido que por su desintegración generó una gran cantidad de polvo, la cual al ser lanzada al espacio, produjo una distinta especie de cola.

Todas estas observaciones, despertaron el interés de los astrónomos, que decidieron analizar en profundidad al asteroide con el telescopio Hubble, que tiene una superior resolución.
Así se logró confirmar que en realidad había 10 objetos distintos y cada uno de ellos, tenía una cola de polvo similar a la de los cometas; los 4 fragmentos rocosos de mayor envergadura, tienen hasta 200 metros de radio. Los datos recogidos por el Hubble, mostraron además, que estos fragmentos se están alejando unos de otros a un ritmo de 1,5 kilómetros por hora, mucho más despacio que el paseo de una persona.
El descubrimiento de los fragmentos hace que sea poco probable que el asteroide se haya desintegrado debido a una colisión con otro asteroide, la cual habría sido instantánea y violenta en comparación a lo registrado; además,  los escombros viajarían mucho más rápidos de lo que se ha observado.
Igualmente, tampoco es probable que el asteroide esté desmoronándose debido a la presión de los hielos interiores por causa del calentamiento y vaporización; el objeto es demasiado frío y es de suponer que ha mantenido su distancia de casi 480 millones de kilómetros del Sol durante gran parte de la edad del Sistema Solar; lo que lo deja en un escenario en el cual se está desintegrando debido al sutil efecto de la luz solar provocando en esta forma que la velocidad de rotación aumente lentamente con el tiempo; así sus componentes tirarán suavemente hacia abajo debido a la fuerza centrífuga tal como lo hace el efecto YORP.


La mayoría de los asteroides pequeños se cree que han sido severamente dañados de esta manera, transformándolos en una “pila de escombros”. Es probable que el Asteroide P/2013 R3 sea un producto de la rotura derivada de una colisión sufrida por un cuerpo más grande en los últimos mil millones de años. “Este es el último de una serie de descubrimiento de extraños asteroides, incluyendo el asteroide P/2013 P5 que nos pareció tenía seis chorros de colas” dice Jessica Agarwal, “Lo que indica que el Sol puede jugar un importante papel en la desintegración de estos pequeños cuerpos del Sistema Solar, cuando ejerce presión sobre ellos a través de su  luz”.
En el futuro,  el remanente del material del asteroide P/2013 R3, con un peso de aproximadamente 200.000 toneladas, proporcionará una rica fuente de meteoroides. La mayoría se sumergirán en el Sol, solo una pequeña fracción de residuos puede algún día incendiar nuestros cielos en forma de meteoros.
Fuente: Space Telescope / Tendencia 21 / Spektrum.de / Wikipedia /