jueves, 31 de marzo de 2011

PRIMERA FOTOGRAFIA DEL PLANETA MERCURIO

La imagen que inicia esta entrada, corresponde a la primera fotografía de Mercurio, tomada por la sonda espacial MESSENGER que orbita el planeta y que fue facilitada por NASA ayer 30 de marzo. La primera de las imágines fue captada por la sonda el martes 29 a las 09:20 horas UTC, y durante las siguientes seis horas, MESSENGER tomó otras 363 fotografías.
Sean Solomon, ingeniero de sistemas de la misión, dijo que "este es un logro tremendo para todo el equipo  abre una nueva era de descubrimiento planetario".
"Después de una travesía de 8.000 millones de kilómetros hacia el interior del sistema solar, todos los sistemas operaron bien" añade el ingeniero.
La sonda orbita el planeta dos veces por día mercuriano, y proveerá alrededor de 80.000 imágenes del planeta más cercano al Sol.
La primera fotografía en blanco y negro, muestra un árido paisaje gris en el sur de Mercurio, toma que está dominada por un cráter de 85 km. de diámetro y que ha sido bautizado "Debussy"; este fue causado por el impacto de asteoritos. Igualmente, se aprecia otro cráter de 24 kilómetros de diámetro llamado "Matabei" y está al oeste del "Debussy".
Se espera que las imágenes cubran áreas de Mercurio hasta ahora no observadas por el MESSENGER durante las tres travesías efectuadas antes de entrar en su órbita.
La sonda MESSENGER llegó al planeta Mercurio el 17 de marzo, más de seis y medio años después de su lanzamiento desde la Tierra.
El nombre de la nave es un acrónimo de la misión Mercury Surface, Space Environment, Geochemistry & Ranging ("superficie de Mercurio", "ambiente espacial", "geoquímica" y "observación").
El artefacto capta unas 1.500 imágenes por día, y los científicos tienen interés particular en determinar si los cráteres de Mercurio podrían contener agua.
La sonda se encuentra en una órbita extremadamente elíptica que lo pone a 200 kilómetros de Mercurio en su momento de aproximación máxima, y lo lleva a 15.000 kilómetros en su mayor alejamiento del planeta.
El MESSENGER es la primera sonda humana que orbita Mercurio, pero no el primero que ha visitado el planeta. A mediados de la década de los 70 del siglo pasado, el Mariner 10, de la NASA, pasó tres veces por sus cercanías.
Fuente:  EFE / Yahoo Noticias

TERREMOTO DEL 11 DE MARZO EN JAPON Y LA DEFORMACION DE LA TIERRA

Imagen¨Interferograma que muestra el movimiento del terreno

Los satélites de observación de la Tierra están jugando un papel crucial en la coordinación de los trabajos de rescate tras el terremoto que azotó Japón el pasado 11 de marzo. Los radares embarcados en los satélites de la ESA ayudan a los científicos a comprender mejor los fenómenos tectónicos.
La comunidad científica está utilizando los datos generados por el radar de apertura sintética (SAR) instalado a bordo del satélite Envisat de la ESA para medir la deformación de la superficie terrestre causada por el terremoto de magnitud 9 en la escala de Richter que azotó Japón a principios de este mes.
Comparando las imágenes tomadas los días 19 de febrero y 21 de mazo, un equipo de investigadores del laboratorio JPL de la NASA ha podido detectar un desplazamiento del terreno de 2.5 m en dirección este, y el hundimiento de la costa oriental de la isla Honshū, la mayor del archipiélago japonés.
Científicos del Instituto Nacional Italiano de Geofísica y Vulcanología han utilizado las mismas observaciones de Envisat para trazar un mapa del desplazamiento del terreno en la región; las zonas coloreadas en rojo en la imagen superior de esta entrada corresponden con un desplazamiento máximo de 2.5 m.

Imagen 2: Interferograma que muestra el desplazamiento de la superficie.

Estos primeros resultados, que cubren una franja de 800 km sobre Sendai y Tokio, demuestran que la deformación del terreno se extiende a gran distancia del epicentro del seísmo, marcado con una estrella roja en la imagen superior, en el océano Pacífico.
La técnica empleada para analizar los datos de Envisat se conoce como ‘InSAR’interferometría con radar de apertura sintética – y se basa en la comparación de imágenes radar tomadas antes y después de la catástrofe desde el mismo ángulo, lo que permite detectar desplazamientos del terreno de hasta unos pocos milímetros.
Como la órbita de Envisat sólo se repite cada treinta días, fue necesario esperar hasta el pasado día 21 de marzo para que el satélite se encontrase en la misma posición que ocupaba cuando tomó la imagen del 19 de febrero, de forma que los resultados fuesen comparables empleando esta técnica. Envisat continúa tomando imágenes de la región para ampliar el área de estudio.
Otro satélite de la ESA, el veterano ERS-2, también está realizando observaciones radar sobre la zona afectada. Prácticamente al final de su misión, la órbita de ERS-2 fue ajustada a principios de este mes para probar nuevas capacidades del radar de abordo, reduciendo el periodo de repetición de sus observaciones de 35 a 3 días, en un momento muy oportuno para monitorizar el terremoto de Japón.
La nueva configuración orbital de ERS-2 proporciona cobertura parcial sobre el norte de Japón, en la región de Sendai. ERS-2 comenzó a realizar observaciones radar sobre la región después del primer terremoto, con el objetivo de monitorizar sus réplicas. Los científicos ya están analizando los datos obtenidos.
Este desastre natural constituye la primera vez que varias agencias espaciales – la ESA, el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y la Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA) – comparten libremente los datos obtenidos por sus satélites SAR para ayudar a comprender mejor los procesos tectónicos de nuestro planeta, dentro de la iniciativa Geo-Hazard Supersites, coordinada por el Grupo de Observación de la Tierra (GEO).


Imagen 3: Mapa GPS que muestra la dirección del desplazamiento de la superficie
Esta iniciativa fomenta la cooperación internacional y la colaboración entre agencias espaciales, proveedores de datos in-situ y usuarios, para ayudar a comprender mejor los riesgos geológicos.
Geo-Hazard Supersites facilita el acceso de los científicos a las observaciones realizadas in-situ y desde el espacio, contando con un archivo de 20 años de observaciones radar.
Este esfuerzo internacional, que recopila todos los datos disponibles hasta la fecha, es una forma eficaz de evaluar la vulnerabilidad de la región mientras se avanza en su reconstrucción.
En cuanto a los efectos sísmicos comprobados hasta el momento, hay informes de que una parte importante de la costa oriental de Japón ha descendido bastantes centímetros como consecuencia del movimiento a lo largo de una línea de falla, donde una de las placas tectónicas se deslizó bajo otra.

También hay informes de que los científicos observaron algo que podría tener efectos de mayor alcance, pues el temblor podría haber desplazado momentáneamente la posición de un gran glaciar en la Antártida.
Por otra parte, el análisis de datos ha indicado que el seísmo ha redistribuido la masa de la Tierra y desplazado un eje del planeta, aumentando su velocidad de rotación y acortando el día en una fracción de segundo.
Fuente: Actualidad espacial
http://www.esa.int/esaCP/SEM3AU6UPLG_Spain_0.html
Enlace: http://noticiasdelaciencia.com/not/778/los_efectos_sismicos_a_largo_plazo_del_terremoto_del_11_de_marzo_en_japon/